El mundo agrario y el medio ambiente van inevitablemente unidos. Dependen en gran medida el uno del otro y prueba de ello es que, por una parte, lo que hacen agricultores y ganaderos influye en el entorno (muchas veces de manera positiva) y, por la otra, una gran parte de las normas comunitarias y nacionales destinadas a la protección ambiental afectan a la actividad agraria. Sin embargo, actualmente ambas materias se gestionan en España desde ministerios diferentes, uno liderado por Luis Planas (Agricultura) y el segundo por una Teresa Ribera (Transición Ecológica y Reto Demográfico) no demasiado apreciada por el sector.
Esta separación no parece tener mucho sentido y Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos considera un error haber separado las competencias de Agricultura de las de Medio Ambiente y Agua. Esto, a su juicio, propicia una falta de coherencia en las actuaciones del Gobierno, como en el caso de las medidas adoptadas para la protección del lobo contrarias a la ganadería extensiva, la demolición de infraestructuras de almacenamiento de agua o la prohibición de quemas agrícolas impulsadas por el MITECO, a las que se han sumado las polémicas del Ministro Garzón en relación al consumo de carne.
Ante los últimos acontecimientos surgidos a raíz del tema de Doñana y la petición de boicot a la fresa española por parte de algunas organizaciones ecologistas alemanas, Unión de Uniones se pregunta dónde está Luis Planas para defender a los productores españoles y pide que, en la próxima legislatura, se unifiquen Agricultura, Medio Ambiente y Agua para dar coherencia a las políticas del Gobierno y evitar incongruencias.
La organización considera que el episodio del ataque totalmente injustificado a las fresas de Huelva, al que han dado alas torpemente miembros muy significados del Gobierno, es una más de las arremetidas que ha venido sufriendo el sector agrario en estos últimos años; un sector que produce, no hay que olvidarlo, en el marco regulador más exigente del mundo.
Además, lamentan que la falta de respuesta inmediata del Ministro de Agricultura para proteger a los productores españoles pueda haberse debido, posiblemente, a la contaminación política del asunto. «No vaya a interpretarse que un ministro socialista se posiciona donde no toca en período pre-electoral», comentan desde la organización. Unión de Uniones pide a Planas que se abstraiga de ello y defienda las bondades del modelo productivo que permite al conjunto del Estado ser una potencia comercial agroalimentaria.
Asimismo, la organización lamenta el revuelo que se ha formado en torno a todo el tema de Doñana y que vayan a ser los freseros, si no se corta esto de raíz con una intervención decidida del Gobierno, los que paguen los platos rotos de los enfrentamientos electorales entre el PSOE y el Partido Popular. La organización califica de hipócrita la visita frustrada de los diputados alemanes, que con la excusa ecologista solo pretendían eliminar la competencia de la calidad y el precio de las fresas españolas frente su producción local. Ante la noticia de la cancelación de la visita a Doñana, Unión de Uniones les recomienda que, «para no perder el viaje, se den una vuelta por Marruecos -que seguro que les reciben con los brazos abiertos- a ver qué tal hacen allí las frutas y hortalizas y otros productos que acaban en los mercados europeos, también los alemanes».