Un propietario de olivares de La Puebla de Montalbán, San Martín de Pusa y Los Navalmorales ha visto esfumarse 10.000 kilos de aceituna en plena temporada de recogida. El fruto ha desaparecido en secuencias idénticas durante el último mes; unos desconocidos han vareado los árboles para hacerse con esta ingente cantidad, que supone un roto calculado de 15.000 euros para este socio de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Toledo.
Por esta y más denuncias, Asaja se quejó ayer de una nueva ola de robos de aceitunas que genera un clima de «inseguridad y desconfianza» entre los olivareros de la provincia, por lo que ha pedido mayor seguridad y vigilancia. La secretaria provincial Blanca Corroto, señaló que los robos comenzaron hace semanas, pero se han agravado durante la última semana en una campaña de recogida alargada por la falta de mano de obra y por la lluvia.
Los ladrones aprovechan para varear los olivos y sustraer la aceituna que queda en el árbol, tal y como ha ocurrido en municipios de las comarcas de Torrijos y de La Jara. Asaja ha concretado que los robos han ocurrido en La Puebla de Montalbán, Escalonilla, La Mata, El Carpio de Tajo, San Martín de Pusa y Los Navalmorales; han causado pérdidas «significativas» a los agricultores afectados, como esos 10.000 kilos a un único olivarero.
Por esta situación, la organización agraria ha exigido a las autoridades competentes una respuesta «contundente» y medidas «urgentes» para combatirla, para lo que ha pedido que se aumente la seguridad y la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en las principales zonas olivareras, como pidieron hace meses a la Guardia Civil, así como una mayor coordinación entre las fuerzas del orden y los agricultores para prevenir y enfrentar estos robos.
Los agricultores han solicitado también que se intensifique la vigilancia en las almazaras y puntos de recogida; de tal manera que se garantice la legalidad de las operaciones de compraventa, se evite el fraude y se asegure la trazabilidad de las aceitunas.
Según Asaja, las explotaciones productoras de aceitunas figuran en el punto de mira de los delincuentes, atraídos por el elevado precio del aceite este año, al que han contribuido diversos factores como una reducida cosecha, los altos costes de producción y la falta de existencias.
Con todo, la asociación agraria ha alertado de que los robos amenazan la estabilidad y el futuro de muchos agricultores y sus familias y, por tanto, ha hecho un llamamiento a la solidaridad de todas las partes involucradas, incluidas las administraciones, las Fuerzas de Seguridad y la sociedad en general.
Asaja ha recomendado también a los agricultores que pongan en conocimiento de la Guardia Civil cualquier información relativa a desconocidos que transitan por las explotaciones agrícolas y que, por su actitud, puedan inducir sospechas, así como a matrículas y detalles de los vehículos desconocidos que circulen o se encuentren estacionados, sobre todo en horario nocturno.