Llega la Semana Santa y varios términos se vuelven a hacer virales dentro del diálogo coloquial o de los comentarios de 'cantina', como dirían los pescadores en tiempo de espera. Uno de ellos, es Verónica, nombre de pila de mujer en español, muy usual, que procede del griego Berenice y del Vera icón medieval que se define como 'portadora de la victoria'.
Si leemos la Biblia, encontramos aquella mujer que durante el Viacrucis de Cristo le tendió un velo, lienzo o paño para limpiarse el sudor mientras sufría el camino del Calvario para ser crucificado.
Sin embargo, más común sigue siendo el hecho de que el significado de Verónica sea el de verdadera imagen, atribuyéndolo a esa faz que aparecerá en el lienzo o paño y que pondrá en duda, a lo largo de la historia, su verdadero origen como rostro de Cristo.
Traigo aquí este comentario porque el pasado sábado, en la catedral de Cuenca, se presentaba ante multitud de devotos e interesados, el nuevo paño que el investigador y reconocido escultor Javier Viver nos presentaba para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Salvador. Un estudio riguroso y especial para una hermandad especial.
Y desde luego, Verónica ha sido durante un año y será durante otro, la pasión del diseñador de moda, el conquense Eduardo Ortega, formado entre Cuenca, Málaga y Sevilla, el que nos presentaba su 'gran obra semansantera', dando vida al vestido de la Verónica, en telas finas, cosidos artesanos y fruncidos de arte, con ese esmerado diseño en hilo de plata, donde ha puesto toda su maestría en este difícil mundo de la moda, siguiendo los cánones renacentistas y barrocos, gracias a un exhaustivo estudio histórico. Voluntad, devoción, imaginación, habilidad y talento conforman, esta especial obra que quedará definida con el manto que él mismo diseñará y que será bordado por maestras de la costura en elegancia, plasticidad y belleza, para el próximo tiempo.
Una vez más, en esta Semana Santa de Cuenca, internacional y respetada, una de sus Hermandades, Real en este caso, señera por su importante pasado e ilustre y venerable por su presente, la que ha confiado en este joven maestro de moda, conquense de pro y eterno creador, demostrándolo desde su adolescencia en premios de belenes, estandartes y reposteros, Eduardo Ortega, para afianzar más si cabe, su personalismo espiritual en la Verónica, 'portadora de la victoria' y nombre de moda, en esa paradoja de la vida.