Cuando el toledanista Alejandro Vega era niño, vivía cerca de la Catedral y tenía el privilegio de visitarla en cuanto podía. Continuamente, afirma, «me atraía como un imán cautivándome el misticismo de su atrayente arte gótico, con la espectacular altura de sus columnas que sustentan sus bóvedas ojivales, por lo que me parecía encontrarme en un bosque asombroso gracias a la gran cantidad de ellas, las cuales conforman sus grandiosas naves». Todo cambiaba al fijarse en el Transparente, «quizás serían mi sensibilidad, inspiración, o sueños de eternidad, los que hacían que cambiase mi interior al observarle creyendo hallarme ante la verdadera gloria».
Sin duda que aquellas inspiraciones han influido en la vida y las investigaciones de Vega. Durante años ha investigado la magia y el misticismo de su ciudad, Toledo, y durante los últimos años se había estudiado el Juego de la Oca en la Catedral, la geometría sagrada en la planta de la misma o las astronomía y astrología del templo. Hasta que finalmente, después de más de una década de estudios, este año previo al centenario de la Primada, por fin ha sacado su volumen del Transparente, esta obra universal, cargada de espiritualidad, que, según demuestra, simboliza el Santo Grial.
La cita es el próximo 7 de febrero a las siete de la tarde, en el castillo de San Servando. Alejandro Vega presenta a los toledanos su esperado estudio 'Luces en el Transparente (el vaso sagrado)', publicado, como hace habitualmente, por Ledoria. El libro es el fruto de más de una década de estudios sobre el Transparente de la Catedral de Toledo, obra de Narciso Tomé, «una joya universal dentro de la propia Catedral».
El cáliz gótico. Durante estos años de estudio, Vega se dio cuenta de que cuando Narciso Tomé diseña, talla, pinta, repuja y dora el Transparente, «dentro del retablo cóncavo se ve un hueco en el que desde la base de estrellas, diferente al de la propia Catedral, por la Virgen, y luego por el hueco del transparente, con los arcángeles dándole vueltas alrededor, lo que sale es un cáliz barroco perfecto». Se trata de un cáliz con dos manzanas, al ser barroco, «y todo va con una precisión absoluta». El vaso representa la escudilla de la Última Cena, que a la vez están presentes como esculturas.
Vega ha estudiado el simbolismo de toda la obra de Tomé, cuya sabiduría en religiones abrahánicas, evangelios apócrifos y sincretismo admira. Y llega a la conclusión de que el Transparente «es una obra universal». Para hacerlo, demuestra en un libro pleno de dibujos y fotografías en color, Vega demuestra que Tomé se basó en la proporción áurea, la geometría sagrada.
Finalmente, Vega señala la casualidad de que recientemente un catedrático español en Alemania ha descubierto que la última novela de los libros de caballería en busca del Grial, que se inician con Chrétien de Troyes en Francia y Robert de Boron, entre otros, sale de Toledo.
De forma que «todavía el Grial como símbolo se sigue buscando, y lo tenemos en la Catedral como símbolo universal, está ahí para quien quiera aferrarse a su fe».