El lazarillo de Tormes es una novela clásica de la literatura española que narra las aventuras de un joven llamado Lázaro de Tormes.
Aunque la historia comienza en Salamanca, en algunos momentos de la narrativa, el protagonista se encuentra en Toledo, donde también experimenta diversas situaciones peculiares y encuentra nuevos amos. La ciudad ofrece un escenario perfecto para el desarrollo de la trama por su rica historia y diversidad cultural.
Pero es precisamente entre libros, donde Antonio García, bibliotecario de la Biblioteca Nacional de España, donde descubre quién es el autor de esta obra.
«Un misterio que tiene muchos siglos. ¿Quién escribió 'El Lazarillo de Tormes'?, un personaje que está muy vinculado a la ciudad de Toledo. Y no solo quién lo escribió, sino el porqué», inicia así su charla García, en la Biblioteca de Castilla-La Mancha.
Antonio García, tras una exhaustiva investigación, afirma que el autor de la obra es «Fray Juan de Ortega, un fraile jerónimo, quien sería la primera persona a la que se le atribuye la obra. Hay muchos indicios de que él fue el autor».
Entre esas señales, pruebas y pistas, una fundamental. «El primer lugar, un hermano de la Orden Gerónima dijo que se había encontrado un borrador de su propia mano escrito en su celda. Algo que nunca ha sido muy creído, especulándose que era una copia… Y a raíz de no ser creído ese testimonio han aparecido otros autores. Pero son todos candidatos modernos», destaca Antonio.
Otra de las claves que va desgranando García es en referencia al nombre del protagonista, Lázaro. El nombre del pobre «en el evangelio de San Lucas». Además, «constantemente la obra está mencionando a Dios».
Un indicio más es que Fray Juan de Ortega se pasó «toda su vida al lado del río Tormes, en el monasterio, y la obra se llama 'El Lazarillo de Tomes'. Incluso estos frailes contaban con un molino, el cual sirvió de inspiración para el nacimiento del protagonista». Además, según señala Antonio García, «aparte de contar la vida del lazarillo, la obra va siendo punteada por comentarios que suenan a sermón»
Pero, la clave de la investigación está en el final de la obra. «Al lazarillo le contrata un arcipreste, que acaba como cornudo, y le casa con su criada. Esto es cuadro costumbrista real, porque la clave es que esto es una alegoría, está en sentido figurado. Tiene que ver con que a este fraile (autor) le nombró obispo el emperador, él renuncia por enfermedad, y acaba renunciando también a su esposa, es decir, a su iglesia, a lo que el emperador nombra a otro, y ahí está el juego de ser cornudo que se hace referencia en el libro, porque se le va».