El pasado 16 de noviembre, Pedro Sánchez tomó los mandos del Ejecutivo después de ser investido como presidente por mayoría absoluta, aupado por el decisivo voto de los independentistas. No fueron pocos los que aventuraron una ruta compleja para el socialista en esta XV Legislatura. Casi nueve meses después, las turbulencias, lejos de desaparecer, se han intensificado. Y el manual de pilotaje (o de resistencia) del líder de la Moncloa no ha servido para esconder una realidad que se ha intensificado en el Congreso en los últimos meses.

El líder del PSOE acumula ya un total de 34 derrotas en la Cámara Baja desde la toma de posesión del presidente del Gobierno. Las cuatro últimas, el 23 de julio. Dos de ellas fueron severas, pues acabaron por tumbar su proposición para reformar la Ley de Extranjería y los objetivos de déficit, estos últimos antesala de los Presupuestos de 2025. En ambos casos, el voto de Junts (junto al PP y Vox) resultó clave.

La coalición se enfrentó a su primer revés parlamentario el 10 de enero de 2024, cuando Podemos tumbó el decreto ley redactado por el ministerio de Yolanda Díaz que incluía una reforma del subsidio por desempleo.

Y tres semanas después llegó el segundo. En esa ocasión fue la formación secesionista la que rechazó la proposición de Ley de Amnistía en la votación de conjunto a la que se sometió por tener carácter orgánico. Los catalanes la rechazaron impidiendo que se alcanzaran los 176 votos necesarios y el texto regresó a la Comisión de Justicia.

El 29 de febrero el Pleno aprobó la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la muerte de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) al ser arrollados por una narcolancha. La censura política salió adelante al abstenerse Podemos y Junts, dos socios habituales.

Y el 14 de marzo la oposición ganó la primera votación del llamado 'caso Koldo' sacando adelante una moción del PP exigiendo al Gobierno la depuración de responsabilidades y reclamando más auditorías sobre contratos en pandemia. La iniciativa salió adelante porque ERC y los de Puigdemont optaron por la abstención.

En el primer Pleno del mes de abril, el Ejecutivo sufrió una nueva derrota y vio cómo se aprobaba, pese a su voto en contra, una iniciativa de los de Núñez Feijóo exigiendo la deflactación del IRPF para compensar la subida de la inflación.

Y el 23 de abril, el PSOE y Sumar no pudieron impedir que el Congreso tomara en consideración una proposición de ley de los Populares. Bildu optó por la abstención.

Perdida y retirada

Un mes después, en la sesión plenaria que comenzó el 21 de mayo, el PSOE sumó seis nuevas derrotas y retiró el debate de totalidad de la reforma de la Ley de Suelo precisamente porque no tenía apoyos suficientes para sacarla adelante.

Por otro lado, su proposición de ley contra el proxenetismo solo recabó apoyos en el Grupo Mixto.

Dos días después, sumó otros cinco traspiés: dos en sendos puntos de una proposición no de ley del PP sobre el acceso a alimentos básicos y los otras tres en una moción sobre política exterior.

A la semana siguiente, el 30 de mayo, el Gobierno de coalición sufrió otras dos y en ambos casos por no contar con el apoyo de Junts y el PNV. En concreto, el partido de Sánchez y Sumar vieron cómo se rechazaba una iniciativa del grupo plurinacional para proporcionar más información económica a los sindicatos a la hora de negociar convenios colectivos, y también perdieron el primer punto de una moción del PP sobre políticas de juventud, instando en concreto al Gobierno a aplicar exenciones fiscales a los menores de 34 años en los primeros años de su vida laboral.

Récord negativo

La tendencia derrotista no quedó ahí. El 20 de junio, salieron adelante, pese al rechazo del PSOE, los siete puntos de una proposición no de ley del PP sobre el Sáhara Occidental y las relaciones con Marruecos, superando así su récord de cinco derrotas en un día.

Y una semana después, el 27 de junio, el PSOE perdió hasta siete votaciones. En concreto, los de Núñez Feijóo consiguieron que se diera luz verde a una proposición no de ley en la que exigía dotar de más profesionales sanitarios de atención primaria al Sistema Nacional de Salud este verano.

A mediados de septiembre le han llegado las dos últimas. Además de ver como prosperaba con su voto en contra la iniciativa del PP para instar al Gobierno areconocer al opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, no logró sacar adelante una propuesta de Esquerra Republicana sobre la reducción del tiempo de trabajo.