El Ayuntamiento de Toledo y la Consejería de Fomento abordarán en una reunión que se celebrará mañana la posibilidad de renovar el convenio de gestión de la estación de autobuses, un marco legal que permanece vigente desde hace más tres décadas, pero que, según el alcalde, se debe «adecuar a los tiempos». La infraestructura, propiedad de la Junta de Comunidades, se ha convertido en un escenario habitual de peleas, una circunstancia denunciada por los trabajadores y usuarios del recinto. «Hay que dar una vuelta al convenio, mejorar los servicios que allí se prestan y, por supuesto, mejorar también la cuestión de la seguridad, que nos afecta a todos», indica Carlos Velázquez.
La estación de autobuses de Toledo es una dotación «cuya gestión revierte cierta complejidad», asegura el primer edil. Aunque es de titularidad regional, la gestión recae sobre el Ayuntamiento. Desde el equipo de Gobierno municipal plantean un nuevo convenio que delimite las competencias de cada administración. Velázquez entiende que «no es muy lógico» que un espacio que alberga «servicios provinciales y regionales» sea regido por el municipio, cuyos cometidos «son los menos» de cuantos se prestan en la instalación.
Ayuntamiento y Junta mantuvieron hace algunas semanas un encuentro donde «abordaron esta cuestión». El concejal de Movilidad y Transportes, Iñaki Jiménez, también ha mantenido reuniones con los directores generales de la Junta adscritos a estos departamentos.
En la cita de mañana, el Consistorio trasladará su deseo de establecer una pauta clara para una infraestructura que utilizan a diario miles de viajeros y que emplea, de forma directa, a varios vecinos
INSEGURIDAD. El sindicato UGT reclama vigilancia en la estación. Hay rincones del edificio completamente abandonados: una escalera mecánica averiada acumula siete años a la espera de reparación. Apenas tres comercios, la oficina de Unauto, un quiosco y una tienda de chucherías, mantienen sus puertas abiertas.
Entretanto, las peleas se suceden. Pese a la presencia habitual de Policía Nacional y Policía Local, los episodios violentos son constantes. En su edición del lunes, La Tribuna informó de una riña que se reprodujo durante 16 veces en un mismo días.
Los usuarios demandan seguridad permanente en uno de los puntos de llegada y salida de la ciudad más concurridos, un servicio que otras ciudades sí ofrecen.