El entrenador del Soliss Talavera, Ángel Magán, se pronunció sobre la derrota por 2-1 en la pista de Jerez. Reconoció sobre el encuentro que en el primer tiempo «ellos salieron más intensos que nosotros, pero las primeras ocasiones fueron nuestras». Pero también las tuvo el cuadro local y «muy bien Carlos, nuestro guardameta, que ha estado inconmensurable y nos fuimos al descanso con 0-0 gracias a él».
Mientras que a los cinco minutos de la reanudación, Jerez se adelantó en el marcador, «en un error nuestro, el enésimo por no decir el milésimo». Fue «en un pase interior de Chencho hacia David que tira flojo, la cortan y la cuelan delante del portero».
Con la desventaja, «hemos ido a apretar arriba y logramos empatar con un gol de Chencho en jugada colectiva». Pero hubo un momento en el que el encuentro «se ha vuelto loco y cualquiera podía ganar», y llegó el 2-1 definitivo. Magán describe que la jugada del tanto de la derrota: «Fue un tres contra dos, Chencho se ha ido por medio, ha tirado a portería, el guardameta ha hecho una gran intervención, el rechace lo han cogido ellos y a la contra nos han marcado el 2-1». Era el minuto 30 y el Soliss Talavera dispuso hasta el final de ocasiones para haber igualado y, además, recurrió también al juego de cinco.
Por otro lado, aunque puso de relieve que en la derrota, «no ha tenido nada que ver el arbitraje», sí quiso recalcar que «vas sumando una faltita y otra, un saque de banda... Y lo que clama al cielo es que pedimos tiempo muerto a falta de tres minutos y medio y nos pita mano involuntaria porque el mesa porque ha hecho sonar la bocina más tarde y hemos terminado con una lanzamiento indirecto en diez metros en contra». Comprende que «los árbitros tiran siempre para el equipo local porque el pabellón está lleno, pero no se puede tener dos varas de medir». Ha dejado claro que «no quiero cargar contra los árbitros porque el partido lo hemos perdido nosotros como siempre». A pesar de que la permanencia se complica, «no hemos dicho la última palabra».