El barracón de las mujeres, de Fermina Cañaveras, ha alcanzado un notable éxito en España, convirtiéndose en el cuarto libro más vendido, con cuatro ediciones hasta ahora. Su impacto se ha visto reflejado no solo en la cifra de ventas, sino también en la recepción por parte de la sociedad toledana durante su presentación, este martes, en el Círculo del Arte.
«Creo que por desgracia siempre a la historia se le ha dado muy poca voz femenina, y veía necesario empezar a cambiar eso. A poner nombres a tantas historias, vidas perdidas y dignificar a muchas mujeres que pasaron por estos campos de concentración», inicia su conferencia la autora.
Precisamente es en esos campos de concentración donde se desarrolla la historia. Una historia de mujeres que se vieron obligadas a convertirse «en prostitutas del campo de concentración de Ravensbrück, un lugar lleno de puentes y palomas blancas, cuyas plumas se ensuciaron de sangre y semen por dos razones: la simple y llana supervivencia y la lucha incesante, con armas escasas, contra el fascismo».
Personajes reales y ficticios que desgarran un horror inimaginable, aunque «de ficción hay muy poco en esta novela. Esta obra está hecha de retales de muchas mujeres». Como las 400 mujeres españolas que se vieron obligadas a vivir el horror de esos campos de concentración.
«Un viaje de cuatro años» hasta que la autora ha dado forma a su libro. Un tema «que me llega por casualidad y necesitaba plasmar en mi proyecto de fin de carrera. Pero en ningún momento estaba pensado para crear la obra», señala Fermina.
Con la necesidad interior «de contarlo», la investigación cada día va mucho más allá, e incluso llega a conocer alguna de esas mujeres que fueron obligadas a prostituirse. Para los historiadores es un tema testado estos campos de concentración y la prostitución, pero para la autora se convierte en la urgencia de «revivir estas historias».