La Universidad de Castilla-La Mancha en Talavera será el escenario para un taller singular en el ámbito universitario, en el marco de sus talleres culturales. El taller de Folclore se celebrará durante tres jornadas diferentes el próximo mes de marzo y tiene, como objetivos, instruir a los estudiantes y facilitarles recursos para trabajar con un conocimiento profundo y exclusivo del contexto cultural, emocional y mental de los mayores de la región.
El curso se impartirá los días 4, 11 y 18 de marzo de 16,00 a 19,00 horas en el salón de actos de la sede de la UCLM en Talavera, y será impartido por la asociación sociocultural 'Alternativa natural'. Estará abierto no solo a estudiantes de la UCLM, también del programa José Saramago, a personal de la Universidad y externo.
Además de las labores artesanas, los participantes en este taller podrán trabajar en actividades, canciones, música, bailes, códigos de actividades festivas, juegos y estructura para investigar investigar en la localidad donde se vaya a trabajar.
Tendrán facilidad para la interacción con la gente mayor con elementos que les conecte a la conversación y a las actividades propuestas, adaptándolo al mundo que ellos han vivido, para trabajar la memoria activa, la participación y recibir estímulos cognitivos y emocionales.
Los alumnos aprenderán a hacer trabajo de investigación en la localidad donde se vaya a realizar el trabajo. Con las competencias adquiridas en las sesiones tendrán recursos para adaptarse a todas las personas mayores con las que tengan que trabajar desde los 60 años en adelante.
Mejora de la calidad de la atención a los mayores y su contexto personal, mejorando la calidad de comunicación y el vínculo, tanto de los profesionales y de los usuarios entre sí, y creando un ambiente familiar y reconocible por los mayores.
Para los mayores también habrá muchos aspectos positivos asociados con estas prácticas, como la estimulación cognitiva, ya que participar en actividades que involucren la memoria, como recordar canciones, historias o detalles de la vida cotidiana, estimula la función cognitiva y ayuda a mantener la mente activa. También se ayuda a la recuperación de recuerdos, fomentando la reminiscencia, la conexión con el pasado y sus propias vivencias; el bienestar emocional, recordando momentos felices o significativos a través de actividades específicas, lo que mejora el estado de ánimo y el bienestar emocional de las personas mayores; o la conexión social, compartiendo recuerdos y participando en actividades relacionadas con sus vivencias de jóvenes, lo que hará que los usuarios se conecten entre ellos y promueve la interacción social. Estas conexiones sociales son esenciales para combatir la soledad y fomentar un sentido de pertenencia y comunidad, informan desde la Universidad.
La estimulación sensorial, con la música, bailes y letras de las canciones, la mejora de la autonomía y autoeficacia en las personas mayores, y el ejercicio físico moderado, con bailes y otras actividades físicas asociadas con la música y las tradiciones culturales, contribuye a la salud general y al bienestar.
Al adaptar las actividades a las vivencias, las experiencias y el contexto de las personas mayores, «hablando su idioma», irremediablemente participarán en las actividades, «pues ellos son los protagonistas y hablaremos de lo suyo y de sus cosas, y eso es muy beneficioso, pues se sienten integrados, escuchados, valorados y entendidos. De alguna forma se llega a su mente y a su corazón más fácilmente.