Toledo sufrió en el mes de septiembre de 2023 las consecuencias de una nueva DANA que atormentó a la ciudad y, en especial, a servicios públicos como su flota de autobuses urbanos. Litros y litros de agua inundaron la sede de Unauto llevándose por delante la inmensa mayoría de los vehículos con los que contaba la empresa concesionaria para dar el servicio en la ciudad de Toledo. La situación era dramática y prácticamente impensable pensar que Toledo podría contar con transporte urbano en un período corto de tiempo.

Sin embargo, alguien apareció para salvar a la ciudad y a todos los usuarios toledanos que dependen del transporte público para acudir a sus trabajos, obligaciones u otras pesquisas. No fue otra que la ciudad de Madrid, en nombre de su alcalde José Luís Martínez-Almeida, la que cedió como acto de generosidad una flota de 15 autobuses para que Toledo pudiera reestablecer este servicio al 50 por ciento en menos de 24 horas. Flota que, por cierto, a día de hoy continúa dando utilidad a la capital de Castilla-La Mancha.

Un acto de solidaridad que nació fruto de la amistad que actualmente mantienen Carlos Velázquez y José Luís Martínez-Almeida, sendos alcaldes de Toledo y Madrid respectivamente. Como consecuencia de ello, el Ayuntamiento de Toledo decidió otorgar la Medalla de la Ciudad en su gala de Honores y Dinstinciones de San Ildefonso a la Villa de Madrid por el gesto mencionado, lo que llevó a Martínez-Almeida a asisitir en el día de ayer al acto celebrado en el Centro Cultural San Marcos. 

El Ayuntamiento de Madrid cedió 15 autobuses para restaurar el servicio toledano. - Foto: Yolanda LanchaDe hecho, la asistencia del alcalde no sólo obtuvo el reconocimiento de esta Medalla de la Ciudad, sino también el del público que asistió a la fiesta de su patrón, que rompió en aplausos como señal de agradecimiento a la cesión realizada por el representante de la institución madrileña. 

Ya inmerso en su discurso, tras recoger la Distinción, José Luís Martínez-Almeida no tuvo reparos en deshacerse en elogios ante Toledo, destacando que la ciudad que atentamente le miraba y la capital española eran «ciudades hermanas». De hecho, el alcalde madrileño insistió en ese vínculo entre las dos villas al manifestar que «Madrid desde muchos puntos de vista es la hija de Toledo; Madrid heredó de Toledo la capital en 1561; y que la capitalidad de Madrid se entiende tal y como nos la enseñó Toledo».

En lo que respecta al gesto institucional que le llevó a recibir la Distinción, Almeida señaló ayer que su Ayuntamiento lo hizo y lo volvería a hacer «las veces que hiciera falta» si está en su mano. De ahí que destacara en el discurso que la naturaleza fue de un modo fortuirta, por el hecho de que al estar separadas Toledo y Madrid por muy pocos kilómetros en aquella DANA «la fortuna nos liberó a nosotros pero no a Toledo». 

De este modo, Almeida cree que la naturaleza «nos recordó nuestra pequeñez», pero puso en valor que con las desgracias «sacamos lo mejor de nosotros». En esta línea de mensaje reivindicativo, el alcalde madrileño resaltó que los españoles «tenemos el deber de entendernos» independientemente del lugar de origen de cada uno.

Como no podía ser de otra forma, Carlos Velázquez le devolvió los agradecimientos por un gesto que hizo que Toledo en sus peores días saliera un poco antes de la tempestad.