El Sefardí de Toledo es el cuarto museo nacional con más visitas, y el que un mayor incremento consiguió el pasado 2023. A pesar de ello, sus responsables no se conforman y el espacio está en pleno proceso de renovación integral, que afecta al edificio, la infraestructura y, lo más importante, la exposición. De forma que desde finales de año, el visitante podrá disfrutar de una renovada colección permanente del Museo, incluso con algunas piezas procedentes de la excavación en la propia Judería de Arturo Ruiz Taboada.

El Museo entró en 2020 en una nueva etapa, con un nuevo Plan Director con el amparo de la Subdirección General de Museos. Aquel año pandémico inició su Plan de Renovación Integral de salas y oficinas. Lo primero fue una ambiciosa actualización de las oficinas, inaugurada en 17 de marzo del pasado año, a la que se ha unido la renovación expositiva, que conlleva tanto nuevos materiales, como nuevos espacios.

En estos momentos, el Sefardí está en plena labor de renovación. Hasta el pasado 3 de febrero, la entrada al Museo fue gratuita, por motivo de las diversas actuaciones en paralelo en el inmueble, que han llevado al cierre de las tres salas y los dos patios del Museo. Quizás lo más llamativo en este momento es la actuación sobre los dos patios del edificio, bajo la dirección facultativa de Fernando Pardo y la Subdirección General de Museos, que busca acabar con los serios problemas de impermeabilización y el riesgo de caída del muro exterior. Se trata, apunta la directora del Museo, Carmen Álvarez, de un proyecto que durará varios meses y que previsiblemente puede estar terminado este verano. Su presupuesto es de 414.376 euros.

El Estado invierte 414.376 euros en los patios del Sefardí - Foto: Yolanda LanchaEn los patios. Por un lado, el Sefardí está tratando de dar una solución en los patios al problema de las humedades, tan importante en la Judería toledana y tan difícil de atajar en un monumento como la Sinagoga. Con el permiso municipal, esta actuación también está interviniendo en la jardinería y sustituyendo algunos ejemplares en muy mal estado. Hay una mejora en la accesibilidad de los patios, de forma que en el este, que se utiliza de área de descanso, se va a instalar una plataforma elevadora que permitirá a las personas con movilidad reducida acceder a otras salas. En el patio principal, el proyecto no solo está impermeabilizando el suelo, sino que está dando una solución a los problemas de seguridad y conservación del edificio y el muro exterior que el agua podría conllevar.

A todo esto se una la actuación que durante enero y febrero se están desarrollando para poner una plataforma elevadora en la sala tres que suba al público con discapacidad a los aseos.

Aprovechando las mejoras en las salas, el Museo también está mejorando la iluminación, a la espera de poder acometer la de la Sinagoga.