El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene en estos momentos a 1.025 niños y adolescentes tutelados. Buena parte de ellos, en concreto 460, viven con una familia de acogida. Es la apuesta de la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, que quiere que este modelo de acogida vaya a más. "Desde el Gobierno priorizamos esa tutela, esa guarda por parte de las familias de acogida de esos menores", explica, "es el mejor recurso y servicio que se le puede dar; tener una familia y un hogar".
Aunque el Gobierno regional apuesta por el modelo de familia de acogida, la consejera admite que "en muchas ocasiones no puede ser así". Por eso la Junta financia toda una red de centros y hogares que en estos momentos tienen a 565 menores y adolescentes, un 55,12% del total de los que están bajo el paraguas del Gobierno regional.
Para financiar esta red el Consejo de Gobierno ha aprobado esta semana una partida de 21,1 millones de euros. Es un presupuesto con el que se costea al 100% estos recursos, que son un total de 67 y ofrecen 580 plazas.
Hay de diversas tipologías. La mayoría son hogares de atención residencial para estancias de media y larga duración. Hay 56 hogares con 455 plazas. Las cuentas muestran que la Junta apuesta por hogares que no superen las ocho plazas, "como grandes familias". García Torijano explica que buscan la "desinstitucionalización" de estos recursos, que no sean grandes centros, pues son más impersonales. "Somos la comunidad que más hemos progresado en este aspecto, eliminando los grandes centros de menores, centrándonos en hogares, en grandes familias", explicó. García Torijano explicó que en estos hogares se atienden sus necesidades, no solo de alimentación y vestido, sino también de afectividad, de acompañamiento.
Hay una serie de centros de primera acogida y valoración, para estancias que no superan los seis meses. Hay otros hogares para menores con necesidades especiales, con profesionales especializados en este tipo de atención. Castilla-La Mancha cuenta con 35 plazas en esta tipología de hogares. Además hay pisos para facilitar la autonomía y la entrada en la vida adulta de aquellos adolescentes que han sido tutelados por el Gobierno regional y llegan a la mayoría de edad. Estos hogares de preparación para la vida independiente son para jóvenes de 16 a 24 años. Hay cinco pisos con 30 plazas.
Asimismo la Consejería de Bienestar Social tiene un convenio de colaboración para un centro de ejecución de medidas judiciales con ocho plazas.