La obra en la Delegación cerrará el paso del Arco de la Sangre

Á. de la Paz
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La estatua de Cervantes se retirará durante la ejecución de la remodelación; además, las paradas de autobuses de Zocodover se trasladarán hasta Gerardo Lobo, aunque dos lanzaderas -líneas 2 y 12- conectarán Bisagra con la plaza principal de la ciudad

El Arco de la Sangre y la fachada del edificio de la Delegación del Gobierno que será reformado durante los dos próximos años. - Foto: Yolanda Lancha

La grúa de la obra para la reforma del edificio de la Delegación del Gobierno se colocará en el Arco de la Sangre, un pasadizo que comunica la plaza de Zocodover con las calles de Santa Fe y Cervantes y que permanecerá cerrado durante el tiempo que se extienda la obra, dos años aproximadamente. Además, la estatua de Miguel de Cervantes, situada en uno de los extremos de esta vía peatonal, se retirará de su actual emplazamiento mientras se prolonguen las actuaciones.

El Ayuntamiento de Toledo insiste en que la remodelación del inmueble generará dificultades a la movilidad e implicará la ocupación parcial de la vía pública. El concejal Iñaki Jiménez precisa que el andamio se levantará sobre la acera de Zocodover, aunque parte de la calzada quedará inhabilitada para el tráfico porque será utilizada por camiones y contenedores.

Las actuaciones, además, implicarán el traslado de las cabeceras del servicio de autobús urbano a la calle Gerardo Lobo, una vía en la que algunas plazas de aparcamiento para residentes (zona verde) se cambiarán de acera y en la que se derribará parte del muro de la confluencia con la avenida Castilla-La Mancha para facilitar el giro de los colectivos.

Para facilitar el acceso a Zocodover, se habilitarán dos lanzaderas desde la Puerta de Bisagra que corresponderán a las líneas 2 y 12 del transporte urbano, una solución ideada para facilitar el acceso al Casco de las personas con movilidad reducida. Su frecuencia será de 12 minutos, aproximadamente. El transbordo, recuerda Jiménez, resulta gratuito durante una hora. 

Asimismo, las paradas del autobús y el tren turístico permanecerán en las inmediaciones del Corralillo de San Miguel, lugar asignado por los contratos de las respectivas concesiones. Los taxistas mantendrán su parada en la cuesta de Carlos V, aunque deberán salir por la calle Unión.

Por otra parte, las casetas de la obra del edificio gubernamental se ubicarán en la plaza de Santiago de los Caballeros, enfrente del Museo de Santa Cruz.