El presidente de Castilla-La Mancha cargó contra lo que se está planteando sobre el financiación autonómica, en concreto con el término «singularidad», ya que considera que dicho concepto aumenta «la desigualdad».

Page articuló un discurso en favor de la igualdad entre todas las personas, indistintamente de su género, origen, condición económica e incluso residencia. Consideró que el mecanismo por el cual se quiere condonar parte de la deuda a Cataluña es contrario al principio de igualdad.

Expresó que, a efectos físicos, «todos somos singulares», con independencia de donde residamos: «Es una cosa elemental, casi diría que es una cosa humana. Pero no comparto la definición que algunos hacen de coalición plurinacional. Es una bobada», contestó.

Revindicó que la nación es «el contenedor» en el que se puede «trabajar en igualdad». Incluso poniendo en valor la diversidad, ya que defenderlo «ni progresista ni reaccionario», sino como un valor «esencial» incorporado en la Constitución.

Además, criticó las «terminologías» que se dan «dentro de la M-30» donde sitúan la política en una instantánea: «Llanamente 15 minutos que no duran en la retina». Por ello, respaldó la diversidad como «riqueza» y no como «garantía para tener más privilegios». 

Frente a algunos pronunciamientos, en los que califican la singularidad como lo contrario de la igualdad, Page dijo que esto no es así: «Lo contrario de la igualdad es la desigualdad». Por ello, en la singularidad de cada persona, reivindicó una financiación autonómica progresiva, siendo quienes más tienen los que más aporten.