La comunidad energética del Casco Histórico, ya constituida como entidad jurídica, detalló los pormenores del proyecto a buena parte de los 140 preinscritos, incluidos residentes particulares y diferentes establecimientos, que han mostrado su intención de adherirse a esta herramienta colectiva de gestión del consumo. La reunión, celebrada en el centro cultural San Marcos, informó a los interesados de las condiciones para convertirse en asociados.
El suministro de energía procederá del aprovisionamiento que generen las placas fotovoltaicas que se instalarán en las cubiertas de algunos edificios de titularidad municipal, inmuebles que se situarán lejos del Casco, un espacio patrimonial en el que los paneles no pueden colocarse sobre los tejados.
El concejal de Medio Ambiente, Rubén Lozano, se felicitó por la buena marcha de una propuesta que convertirá a la comunidad energética Casco toledano en la «la primera que se hace en una ciudad patrimonio». El gerente de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda, José Manuel López, remarcó la novedad que supondrá la llegada de «energía limpia» al distrito histórico de la capital regional.
El proyecto, iniciado el pasado 5 de marzo a través de la Oficina de Transformación Comunitaria (OTC), ha generado en la ciudadanía «un gran interés», apuntó López.
La idea de los promotores es contar con «tres o cuatro instalaciones» de 100 kilowatios de potencia cada una. Estas plantas se ubicarán a «unos dos kilómetros de distancia del Casco», sobre espacios cedidos por el Ayuntamiento. Los beneficios de la comunidad energética conjugan «la defensa del medio ambiente» con un importante ahorro estimado en la factura, que puede alcanzar, según las previsiones y en función del consumo realizado, hasta el 40%.
Por su parte, el presidente de la comunidad energética del Casco, Enrique Gómez, confirma la alta «demanda» que ha generado la iniciativa, también por sus efectos contra la «degradación climática y ambiental».
El aspecto económico, «la rentabilidad y si se va a amortizar», es una de las cuestiones que más preguntas suscita entre los potenciales asociados. La cuota única de inscripción alcanza los 150 euros para las viviendas destinadas a uso residencial. En el caso de los negocios, el pago a realizar asciende a 250 euros. Se trata de un pago que sirve «para toda la vida» y que no incluye aquellos desembolsos que hayan de afrontarse por «mantenimiento o arreglo».
Aquellas personas físicas o jurídicas que deseen integrarse en la comunidad energética deberán formalizar su deseo en una lista habilitada para tal fin; el orden de preinscripción determinará el ingreso «para que no que haya dudas de amiguismo o familiares». Las condiciones ya están disponibles en la página web de la OTC.