«No compartió un criterio y se puso como loco. Fue a por mí y me arrancó un mechón de pelo. Intenté defenderme. Podía haber sido mucho más grave», rememora Fernando Martos, el médico que el pasado martes fue agredido por un paciente en el Centro de Salud de Pedro Muñoz, donde trabaja como facultativo desde el año 2017. Seis días después de la agresión asegura que está «tranquilo» y que desempeña su trabajo con normalidad (al día siguiente a la agresión hizo su correspondiente guardia) aunque reconoce que las amenazas se producen «bastante a menudo, casi a diario», pero «nunca llegando a estos extremos». «Los sanitarios entramos y salimos del trabajo con miedo ante las posibles represalias, pues hace algo más de un año, recuerda, «nos pincharon las ruedas del coche y aún estamos esperando a que se tomen medidas. La Gerencia hizo caso omiso», lamenta.
Por ello, ante esta situación reclama más protección para los profesionales sanitarios y medidas contundentes que pongan coto a las agresiones. «La presencia de un guarda jurado sería fundamental para poner solución a un problema» que se agrava cada vez más. «La gente desistiría», afirma.
Según el informe de la Organización Médica Colegial (OMC), en el año 2024 se produjeron más de 800 agresiones a médicos, es decir, una cada diez horas, con un incremento de más del 81 por ciento.
Los hechos sucedieron sobre las 9.15 horas del pasado 8 de abril, martes, cuando el paciente accedido a la consulta del facultativo, y al no estar de acuerdo con la atención recibida salió vociferando y profiriendo amenazas al hall del edificio, que en esos momentos se encontraba repleto de pacientes esperando pasar consulta. Una vez allí, ambos continuaron discutiendo mientras se acercaban a la zona administrativa, donde el paciente la emprendió a golpes con el médico. En esos instantes, la auxiliar administrativa que allí se encontraba intentó separarlos y resultó también agredida al recibir un golpe en el ojo.
Ante esta situación, una de las usuarias que se encontraba en la sala de Pediatría dio el aviso a la Guardia Civil, que se personó en el centro de salud y detuvo al agresor, que fue trasladado a dependencias policiales, donde ambos trabajadores presentaron denuncia. Se celebró juicio rápido pero «de momento no ha habido sentencia», asegura para señalar después que tras lo sucedido es difícil ponerse delante de un paciente y no rememorar lo que sucedió. «Te ves impotente porque no puedes hace nada. Te juegas la vida. Estamos atados de manos y pies».
Tras lo sucedido, Martos resalta el apoyo que ha recibido de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) y del Colegio Oficial de Médicos, quienes han condenado la agresión al médico y a la auxiliar administrativa. «Las agresiones a sanitarios son tristemente frecuentes. Es responsabilidad del Sescam garantizar la seguridad y salud de los profesionales, y así deben hacerlo. Son episodios muy traumáticos que dejan una herida muy profunda», apuntó la presidenta del sector de Sanidad de CSIF Castilla-La Mancha, Ana Isabel Fernández.