La futura carga y descarga de Toledo necesita «imaginación»

Á. de la Paz
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Los empresarios y el Ayuntamiento mantienen las negociaciones y la buena sintonía, pero topan con las características del Casco histórico

Imagen de archivo de la carga y descarga en la calle Ancha. - Foto: Yolanda Lancha

El Ayuntamiento de Toledo y los comercios del Casco histórico negocian el nuevo marco regulatorio del servicio de carga y descarga en tal barrio. El diálogo entre todos los actores implicados en la elaboración del futuro reglamento es fluido, aunque la entrada en vigor de la ordenanza no se prevé inmediata. «Nos está costando», resume Manuel Madruga, secretario general de la patronal provincial de empresarios.

Las partes estudian las fórmulas empleadas por otras ciudades para resolver el abastecimiento de servicios con los menores perjuicios posibles. Sin embargo, las características del distrito monumental de Toledo hacen de la capital de Castilla-La Mancha una urbe singular. Madruga alude al diferente «tamaño» de su Casco y a la particular «orografía» como dos cuestiones que impiden, por ejemplo, la transposición del modelo que se emplea en Ávila que, «en comparación, es lo suficientemente pequeña como para que sus alternativas sean diferentes». El propio responsable de Fedeto «pensaba que iba a ser menos complejo», reconoce.

Los factores que concurren en la negociación abierta atienden, entre otros temas, la movilidad en la zona de peatones y vehículos privados. Tal derecho debe conjugarse con el suministro de mercancías a los comercios de la zona, una parte de la ciudad donde abundan los negocios de hostelería, restauración y tiendas minoristas y de venta al detalle. 

«Nos une todo: queremos que el Casco reciba servicios como cualquier otra zona de la ciudad, pero no es una labor fácil», insiste Madruga, quien recuerda que se acumulan «años dándole vueltas» a tales dificultades. La buena sintonía entre la administración municipal y los empresarios es un elemento que anima una resolución favorable de la cuestión. «Estamos en el buen camino». Sin embargo, Madruga estima que no habrá ordenanza en el corto plazo. «No creo que sea en breve, no podemos alterar algo sin aportar nada nuevo que sea esencialmente mejor».

Madruga lamenta las trabas que la disposición del trazado urbano suponen para combinar «un Casco histórico libre de furgonetas y camiones» con la «necesidad» de ofrecer a los vecinos un catálogo de servicios «en igualdad de condiciones» a los que disfrutan en otros puntos de la ciudad.

El análisis de otras ciudades con casco histórico topa con la idiosincrasia que define a Toledo. No hay en el territorio nacional «ninguna» que pueda equiparse. En el caso de la ciudad, hay tres arterias de acceso y la plaza de Zocodover, ante la ausencia de otros espacios amplios, ejerce como punto de entrada y salida habitual.

«No queremos que nadie se sienta perjudicado», proclama Madruga. El secretario general de Fedeto abunda en la calidad de vida de los vecinos como uno de los aspectos a proteger. También defiende a los empresarios, «que tiene que prestar esos servicios» y a la dinámica del turismo que supone el principal aporte económico para este barrio.

El Casco, según lo define Madruga, es un «espacio tan grande» que queda acotado por el «sitio tan pequeño y concreto donde se puede hacer la carga y descarga». Los implicados en esta cuestión se afanan en un ejercicio de «imaginación» para desencallar un asunto que preocupa a residentes, comerciantes y transportistas.