Paralela a la avenida de Azucaica, el camino de la Huerta es un importante vial del barrio, de hecho, el acceso principal al colegio. Pero hay vecinos que hace tiempo que han decidido no circular por allí con sus vehículos y buscar alternativas «porque tienen miedo de que la calle se hunda». La causa es el temor a que cualquier día pueda haber un accidente por los hundimientos que se están dando en el vial como consecuencia, entiende la Asociación de Vecinos La Candelaria, de las fugas de la canalización del arroyo Lazo.
Hace tiempo que La Candelaria ha avisado al equipo de Gobierno de esta situación, que hizo pública además tras la última Dana. El caso es que, apunta el presidente vecinal, Víctor Fernández Jara, «toda la calle se está hundiendo poquito a poco, está como desplazada. El aparcamiento es lo más afectado, donde está el gran agujero, pero si te vas un poco más arriba, en las alcantarillas, se ve que la acera está hundida y la carretera está tres o cuatro centímetros más baja que el aparcamiento del que debería estar al mismo nivel. Ese trozo se está hundiendo».
El problema, apunta el portavoz vecinal, es que «ahí es por donde está desviado el arroyo y desconocemos si es que los tubos están desencajados, tienen fisuras o están rotos, pero algo tiene que pasar ahí abajo para que la calle se esté hundiendo». De esa forma, los residentes observan que cada vez que llueve el agua sale del suelo y la calle va bajando de nivel.
El temor de la Asociación de Vecinos es que se esté vaciando el subsuelo de su relleno y que, a la postre, el suelo se acabe por hundir cuando, por ejemplo, pase un vehículo. Lo más peligroso además, explica Fernández Jara, es que en esta calle está el colegio público La Candelaria, y no quiere la Asociación ni imaginarse que las filtraciones estén afectando al centro. Además, a falta de vallas de delimitación del socavón, podría ser un problema para un niño o el vehículo de un padre que quiera dejar al pequeño con prisa y no se percate, «mete la rueda del coche, adiós rueda».
El portavoz vecinal recuerda que esta situación no es nueva, sino que se inició la pasada legislatura, en la que ya se pusieron algunos «parches». Viene de lejos. Pero ahora espera que el actual Ayuntamiento dé soluciones «porque, como un coche viejo, si no lo vas arreglando, al final llega un momento en el que va a colapsar». Así que La Candelaria ya expuso la situación a la responsable de Obras y Servicios, Loreto Molina, y el propio alcalde, Carlos Velázquez, que visitó la zona tras la Dana de septiembre. A ambos les ha pedido que, en primer lugar, se señalice de alguna forma el hundimiento que hay en el aparcamiento junto al colegio. Pero también espera una solución definitiva de la canalización para evitar este colapso.
Fernández Jara recuerda que en su balance anual, Velázquez anunció obras para la mejora del arroyo, pero desconoce si van a incluir alguna actuación en este punto.
Antecedentes. No es la primera calle que se hunde en Azucaica al estar hueco el subsuelo. Recientemente el Ayuntamiento ha dado solución a la calle Ciclamen, la perpendicular al camino de la Huerta, que quedó hueca tras la urbanización. Los vecinos y el Consistorio así lo conocieron cuando, accidentalmente, se hundió un camión.
Al final el Ayuntamiento rellenó el subsuelo y cambió las aceras en una solución que no ha llegado a convencer del todo a la Asociación de Vecinos, pero que al menos de momento parece haber solucionado el problema.