No tiene nombre y ni siquiera se sabe su edad exacta, pero es sin lugar a dudas uno de los personajes más pintorescos de la ciudad y uno de los referentes en el parque talaverano por excelencia. El protagonista en cuestión de los elogios no es otro que el pavo real que habitualmente se puede ver en una de las dos jaulas para aves instaladas desde hace ya décadas en los Jardines del Prado. En primavera, coincidiendo con la época de celo, es cuando suele mostrarse de manera más abierta, ya que en los meses más fríos del año queda un tanto aletargado porque ni la humedad ni las bajas temperaturas son de su gusto. Eso sí, cuando el sol comienza a calentar y los días se van haciendo más largos es cuando se luce y llama la atención con sus graznidos característicos y, sobre todo, con el despliegue de su imponente y colorida cola.
No obstante, esta particular puesta en escena del pavo real de los Jardines del Prado ya no se puede ver, debido a que el animal lleva desde principios de junio en el Instituto de Educación Secundaria Ribera del Tajo. En un primer momento el traslado estaba pensado para mayo, pero la campaña de las elecciones autonómicas y municipales lo copó todo y el Ayuntamiento decidió retrasar el cambio de ubicación a la presente mensualidad. Según explicó en su momento el concejal de Medio Ambiente, Florencio Gutiérrez, la reubicación del pavo está motivada por la intención del Consistorio de efectuar una serie de mejoras en el parque, entre las que se encuentran la ampliación de la jaula que durante años ha servido de morada al pavo real.
Pero hasta que esto ocurra, el ave permanecerá en una jaula del citado centro educativo, donde por el momento se ha adaptado bastante bien y parece tener una vida incluso más tranquila que en los Jardines, ya que los alumnos no se sienten especialmente atraídos por el nuevo inquilino. Así lo señaló a este diario el jefe de Estudios del instituto, Gerardo Bodas, quien precisó que el animal cuenta con una pajarera de sección rectangular de quince metros cuadrados, situada al lado de otra habitada por una pareja de la misma especie y de más jaulas ocupadas por ocas, gallinas y faisanes.
En cuanto a su alimentación, no varía mucho de la que venía recibiendo antes, aunque también es verdad que no es un animal que necesite un carta gastronómica especialmente grande. De esta manera, su comida diaria está basada en raciones de maíz en grano.
Cuando comience el nuevo curso escolar la vida del pavo quizá se vuelva algo más agitada, ya que durante el ciclo académico el IES San Isidro recibe continuas visitas de escolares.