Las elecciones generales celebradas el pasado 23 de julio dejaron a Vicente Tirado como el representante preferido de los toledanos. El veterano político, número uno de la lista del PP al Senado, recabó 151.883 apoyos, el mayor volumen de cuantos se expresaron en los comicios para renovar las Cortes Generales. La cifra de votantes que marcaron con una cruz el nombre de Tirado para la Cámara Alta es mayor que la de los que hicieron lo propio con los también populares Israel Pérez (148.264 votos) o Carmen Riolobos (147.039 votos). Sin embargo, la victoria comparativa más contundente se observa al contraponer las papeletas obtenidas de una cámara a otra: la candidatura del PP al Congreso de los Diputados obtuvo 146.036 sufragios, una diferencia desfavorable de más de 5.000 apoyos con respecto a la adhesión recibida por su cabeza de cartel para el Senado.
Tirado, además, se convirtió en el cargo electo más votado en el conjunto de Castilla-La Mancha, un resultado que explica la mayor población de la provincia frente a sus cuatro semejantes en el conjunto de la región. Los apoyos brindados a Tirado se explican por la posibilidad de escoger entre tres opciones diferentes en la papeleta sepia, tres cruces que no necesariamente han de concentrarse en el mismo partido. De esta manera, y suponiendo que todos los que escogieron al PP para el Congreso (la Cámara Baja determina el Gobierno) también lo hiceron con el Senado, el político de la Mancha toledana se hizo con el respaldo de algunos electores de Vox e incluso de otros socialistas.
También ganó Tirado en la propia ciudad de Toledo: sus 19.606 electores superaron los 19.374 que consiguió la lista que encabezaba José Manuel Velasco para el Congreso. En Talavera se impuso a la local Riolobos (17.003 por 16.516) y también al escrutinio de su propio partido para la Cámara Baja (16.682 votos). En El Casar de Escalona, localidad de la que Israel Pérez es alcalde, Tirado consiguió (381) más electores que su formación (365), aunque Pérez conquistó la mejor marca (414).
En el caso de Vox, la diferencia de votos entre su lista al Congreso (75.824 sufragios) y al Senado (la candidata más votada rozó las 64.000 papeletas) esbozan un posible voto estratégico entre sus bases: escogen la opción preferida en el Congreso y tratan de amarrar la victoria del partido mayoritario más próximo ideológicamente en el Senado.