Históricamente, el Valle ha sido la gran romería de Toledo. A lo largo del 1 de mayo, familiares y amigos disfrutaban de todo el día en un ambiente campestres. Pocos eran los que hace más de cuarto de siglo subían por la noche en la víspera, y a aquellos que osaban pasar la noche en tres tiendas de campaña, les tildaban de «valientes», cuando no de «locos». Hoy el Valle ha cambiado. Este año, la noche de la víspera estuvo por momentos peligrosamente saturada hasta las tres de la madrugada. La noche fue tranquila en la ermita. Pero miles de personas, y no todas de Toledo, ocupaban la explanada de los puestos y de los bares de los partidos. Ese es el otro gran cambio que está viviendo la fiesta. Hace tiempo la presencia política era casi testimonial. En esta ocasión, a pesar de que en teoría habían pedido licencia cinco puestos más que el pasado año, han sido mucho menos los que se han instalado, y los más amplios y con música más alta han sido los de los partidos, los dos del equipo de Gobierno más cerca de la ermita (PP-Vox), y el del PSOE más alejado.
Por la mañana todavía quedaban algunos trasnochadores cuando Alfonso, el santero, abría la ermita a las seis y media, un rato antes de la primera de las cinco misas de la mañana. En sus once años en el cargo nunca había vivido una mañana tan fría.
Sería por el frío, sería por la resaca, pero lo cierto es que al Valle de este año le ha costado arrancar. Solo a partir de las once se ha empezado a ver con pereza un mayor número de grupos de amigos y familiares, en su mayoría de menores que no pudieron acudir la víspera hasta tarde. La estampa a partir de ahí ha sido la acostumbrada, de jóvenes por el monte y familias por la carretera, entre limonada, tostones, pan con queso,cohetes, repicar de campanas; paseando entre la música atronadora de los partidos y el menor número de puestos.
El Valle se torna nocturno - Foto: David PérezLa tarde, en cambio, volvió a parecerse a la noche anterior. La gente joven volvió a llenar la zona de los bares de los partidos y el Valle se barrotó, porque un nuevo Valle se ha hecho costumbre, anochece más acompañado.
Una pelea «a botellazos» dejó dos detenidos en la tarde de ayer. Era difícil atravesar por momentos la zona de los bares de los partidos políticos, pero la Policía Nacional tuvo que hacerlo en la tarde de ayer abriéndose paso entre la multitud con las sirenas del vehículo después de proceder a la detención de dos personas.
En la intervención también participó Policía Local de Toledo, tras una pelea en la que los detenidos se enfrentaron «a botellazos», tal y como afirmaron los testigos de los hechos en la parte del monte, alejada de la zona de los puestos y los bares.
Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos.
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En la noche del martes, durante la víspera del 1 de mayo, la zona de bares experimentó un lleno absoluto y con ello también se registraron varios altercados, aunque ninguno de ellos alcanzó gravedad de hospitalización o detención de los implicados en los mismos.