El roscón, delicioso anfitrión del año nuevo en San Telesforo

O. Furones
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En San Telesforo, "en una semana", aproximadamente preparan 1.500 roscones. Se busca una textura y una esponjosidad, "considerado un producto premium"

Obrador de San Telesforo en Olías del Rey - Foto: David Pérez

El roscón de reyes, con su esponjosa masa y adornos, se convierte en un manjar que deleita el paladar, y a su vez, un símbolo arraigado en la tradición navideña.

El postre más característico de estas fiestas se vende a millones por todo el país, según datos de la Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines (Ceopan), y cuya amplia variedad permite elaborar auténticas obras de arte comestibles, cada vez con ingredientes más sorprendentes.

Este delicioso círculo no solo celebra la llegada de los Reyes Magos, sino que también es un vínculo entre generaciones, donde compartirlo se convierte en un momento mágico y con gratas sorpresas.

Obrador de San Telesforo en Olías del ReyObrador de San Telesforo en Olías del Rey - Foto: David Pérez

La versatilidad de este producto es una de las claves principales de su éxito y al igual que en el resto del sector de la repostería, triunfan cada vez más los roscones más pequeños, de una o dos porciones, para adaptarse a todo tipo de familias; del mismo modo que se asienta la tendencia de reducir el azúcar en las recetas o su sustitución por otros edulcorantes.

No está claro de dónde procede su receta, pero sí hay consenso en el hecho de que con azúcar, mantequilla, agua de azahar, harina, levadura y huevos se consigue este exquisito manjar. La fermentación lenta es otra clave en su elaboración, ya que permitirá obtener una miga más jugosa y conseguir unos matices diferentes al romper la proteína. En lo que respecta al relleno, la variedad también se extiende, desde chocolate, nata e incluso cabello de ángel, sin olvidarse nunca el repostero de la sorpresa incluida en el interior de la masa. Las cadenas de supermercados, pastelerías, maestros panaderos y cocinillas caseros tienen en el roscón de Reyes el punto final gastronómico de los copiosos menús navideños.

Buena cuenta de ello, cada año da San Telesforo, en Toledo. En sus mostradores aguardan estos dulces manjares para ser disfrutados. "En solo una semana preparamos aproximadamente mil quinientos roscones", señala Juan Manuel Albelda, gerente de San Telesforo.

"Día y noche, a partir del día 2 de enero, estamos preparando los roscones. Nuestra capacidad máxima nos la fija la fermentadora. El roscón que hacemos es un brioche de doble fermentación, y necesitamos fermentarlo durante dos horas y media, o tres, en nuestra cámara de temperatura y humedad", añade Albelda.

La calidad es máxima. La receta tradicional, para buscar una textura y una esponjosidad, "considerado un producto premium".

"El secreto es la materia prima de primera calidad, un proceso cuidado y una formulación que te asegura la textura y esponjosidad que nosotros conseguimos, y hacerlo de un día para otro", comenta Juan Manuel.

Todo roscón del obrador de San Telesforo lleva una figura sorpresa, eso sí, "nosotros solo ponemos la figura del rey. En San Telesforo no le deseamos el mal a nadie, el haba, nada. Nosotros ponemos la figurita del rey, de cerámica".

En horas se agotan estos codiciados roscones... ¡Que aproveche!