«Por Su Majestad el rey Felipe VI, para que fortalezca la paz, la justicia y la hermandad de todos los pueblos de España». Esta fue una de las peticiones realizadas por el arzobispo Braulio Rodríguez Plaza tras su alocución en una abarrotada plaza de Zocodover que rezó al unísono la oración del ‘Padre Nuestro’ tanto por el nuevo monarca, como por la Iglesia, la paz, la justicia y las familiar más necesitadas de la ciudad y de la provincia, por los enfermos, ancianos y desempleados.
El prelado se refirió ayer al rey Felipe VI hasta en dos ocasiones, tanto al inicio de su homilía en la celebración litúrgica en rito hispano-mozárabe en la Catedral Primada, como en las preces que siguieron al tradicional discurso que el arzobispo dirige a los fieles desde el estrado de Zocodover.
La caridad volvió a estar presente en las palabras de Monseñor Rodríguez Plaza que estableció como prioridad cristiana «salir hacia el hermano necesitado» y vivir la religión fuera de la intimidad y el secreto para influir y participar de la sociedad actual.
Para ello, Braulio Rodríguez Plaza recordó al Papa Francisco y la exhortación apostólica ‘Evangelii Gaudium’. «Que nadie nos exija que releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre acontecimientos que afectan a los ciudadanos», apostillaba el pontífice primado de Toledo.
La bendición de los fieles se realiza desde el Arco de la Sangre. Al fondo, el arzobispo en su alocución. - Foto: Yolanda Lancha «La Eucaristía no es un asunto privado en el círculo de amigos que formaran un club de personas afines y en el que se buscan unos a otros; no se trata, por tanto, de algo que sucede porque personas que ya están de acuerdo se reúnen unas con otras», afirmaba Braulio Rodríguez Plaza para reconocer que en ocasiones con la celebración de la eucaristía «olvidamos que es la pública asamblea cultual de todos aquellos a quienes convoca el Señor, todos son llamados y convocados», dijo.
Iglesia y Estado. De otro lado, el arzobispo citó al Papa argentino para aseverar que el orden justo de la sociedad y del Estado «es una tarea principal de la política», y que, por tanto, la Iglesia «no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia». Una afirmación tomada del punto 183 de ‘Evangelii Gaudium’.
Tras la alocución, el pontífice primado bendijo a los fieles con Jesús Sacramentado en el ostensorio de la reina Isabel la católica.