No creo que nadie le haya cogido por sorpresa su imputación. Los hechos son claros como mañanas de verano. Pero tampoco creo que a nadie le haya extrañado su anunciado de no dimitir, ni que haya reunido rápidamente a su plana mayor, nombrada por él, para que lo loen, lo reverencien y lo apoyen incondicionalmente, usando todos los medios públicos habidos y por haber en su beneficio. Una actuación contraria no hubiera sido propia de él. Su dimisión nos hubiera descolocado, porque hubiera demostrado una decencia y una altura que todo el mundo sabe que no tiene.
El guión, por tanto, se va cumpliendo fielmente. ¿Se fue el «número uno» cuando lo sorprendieron con la urna llena de votos antes de empezar la elección? Pues por la misma razón no puede irse este pobre hombre, precisamente porque es un pobre hombre, servil hasta el vómito, sin personalidad, principios, ni mérito que no sea la adulación al mando. Por eso es un pobre hombre digno de lástima. Quien necesita humillarse hasta la indecencia para ostentar un cargo no puede sentirse orgulloso de nada.
Es claro que nuestro hombrecillo no es de los que dimiten porque vea su nombre en la primera página de los periódicos, proclamando su bajeza. Si fuera un ser digno del cargo que ostenta no lo soportaría. ¿Creen ustedes que "el número uno" de la trama, iba a nombrar a nadie al que la conciencia le turbara el sueño, por las bajezas a las que se verá obligado para servir a su líder? Obviamente, cuando la corrupción moral se ha instalado en el poder, participar de la cloaca es condición necesaria para conseguir cargos. Por eso, los pueblos con más solera democrática, no admiten un atisbo de podredumbre, porque, como ocurre con la fruta, cuando la descomposición empieza, no hay quien la pare.
Fíjense donde está acabando el que fuera adalid de la decencia. Ahora su cuadrilla –alguno de sus más íntimos colaboradores ya está acusado de organización criminal- lo llaman «número uno». Porque realmente lo es en corrupción democrática. Por eso no dejará que dimita del cargo el Fiscal General. ¿Creen a caso que siendo tan dócil lo va a cambiar por otro con más remilgos? Hemos visto el historial: la primera fiscal era una admiradora declarada del negocio más viejo del mundo y cuando la cesó, nombró a otro capaz de limpiarle los zapatos arrodillado.
Pero no se preocupen, que antes o después, el asunto, si sigue adelante, acabará en el Constitucional. Ya saben cuál es su composición y por eso no es de esperar que trate a nuestro Fiscal peor que a los autores de los «ERES».
Nos quedan al menos tres años de este prodigio de la manipulación. Eso si Tezanos no hace una encuesta y ante la contundencia de sus resultados, a favor de los socialistas, claro, consideran superfluo votar. Por el camino que vamos, cualquier cosa es posible. Cuando una ex-etarra o «es etarra» se atreve a amenazar a un partido constitucional con ilegalizarlo ¡qué los parará! El último bastión por conquistar es el rey. Que lo sustituirán por uno nombrado por una comisión mixta de etarras, independentistas y traficantes del poder. Ya solo nos faltaría que implantaran las cartillas de racionamiento para el disfrute de la vivienda. Seremos como los venezolanos, inmensamente felices…