Los usuarios de la Renfe la sufrimos en silencio, como si tuviéramos una almorrana. Hasta ahora Renfe tenía un catalogo de pequeñas putaditas: si estás esperando un tren, no tienes sitio donde sentarte, y así en Atocha puedes apreciar las diferentes alturas de nuestros conciudadanos porque todos están de pie. Han quitado los asientos para … ¿no sé? ¿Para que tengan que sentarse en las distintas cafeterías que hay en la sala de espera en la planta baja? No puede ser que haya gente tal cruel. Señoras mayores, jubilados, gente con muletas, y luego la mayoría que daría lo que fuera para esperar sentado. Lo normal en un país civilizado. Pero si fuera para que la gente usara de los asientos de las cafeterías, tampoco cabrían, porque hay dos cafeterías con … 30 o 40 asientos para 200 personas a la espera, y la espera es obligatoria porque tienes que estar antes de que salga, 5 o 2 minutos, y no te la vas a jugar para llegar justo. Luego está el anuncio de la vía de donde sale. Muchas veces la ponen 5 minutos antes, y ves a la gente corriendo a ponerse en la cola no sea que no pase el umbral en los minutos necesarios. Luego están los retrasos, los infinitos retrasos que ahora no se cobran.
Si vas en verano a comprarte un billete, las colas para viajar en alta velocidad te obligan a perder una hora en la cola. Lo que ganas en una cosa, lo pierdes en otra.
Si hablábamos al principio de un catalogo de pequeñas putaditas, desde hace un tiempo a esta parte entramos en la era de las grandes putadas. Si se prometía que el AVE llegaba a una ciudad tal año, transcurrían 5 años más hasta que definitivamente llegaban. Y si aspiraban a llegar en un momento determinado como por ejemplo en Cantabria, resulta que los túneles habían sido medidos en centímetros, y los trenes en pulgadas, tal es así porque no cabían los trenes en los túneles construidos para circular por ellos, (noticia de febrero de 2023), con lo cual otros 3 años porque el ingeniero no había medido la altura de los trenes con anterioridad a construir los túneles. ¿Y eso quien lo paga?
Al nuevo Ministro se le han empezado a achacar malas gestiones, pero no es culpa suya, es culpa de una organización que siempre ha sido vaga e ineficaz. Así han empezado a fallar los trenes, a quedarse parados en medio de las vías, -maldita catenaria que nadie sabe quién es-, y más retrasos.
Y eso que tienen todo vendido y se aprovechan para poner unos precios exorbitantes. No conozco ninguna empresa que tenga todo vendido y no quiera vender más, salvo la Renfe. No hay billetes cuando podrían poner otro vagón y vender más. Mejor para el público y mejor para las arcas renferinas. ¿Qué portento dirige la Renfe?
Después de sufrir años y años la mala gestión, el otro día dije que si los fallos eran tan importantes, algún día algún tren descarrilará, profecía cumplida el otro día entre Atocha y Chamartín, y que según el único testigo iba directo contra un Iryo cargado de pasajeros, ufff! Esta vez ha sido sin daños personales, pero milagrosamente, consuelo para los que iban a sufrir el impacto. No sabemos que nadie haya dimitido ni que hayan cesado a nadie. ¿Será necesario otro descarrilamiento para que rueden cabezas de verdad?