Page es consciente de que ha cruzado ya el punto de no retorno con Sánchez. Ya no hay marcha atrás que valga. Esa pantalla está rota. Sabe que para el sanchismo no solo ha dejado de ser 'uno de los nuestros' sino que ha entrado a ser considerado un enemigo a abatir. De los peores y cuanto antes. Esta ya tan solo a un tris de que Oscar Puente le llame fascista y sapo traicionero.
Por el momento el caudillo ha subido de volumen e intensidad el ataque y se ha encargado de la dirección de las operaciones a Chiqui Montero, la Recaudadora Jubilosa que se sienta a la derecha del amo.
El nuevo estallido de hostilidades ha llegado vía financiación donde el nuevo doctrinario sanchista ha pasado a ser el de dar más y favorecer a los que más tienen y hacer pregonar que no hay nada ni más progresista y de izquierdas que esto. Vamos que es una magna aportación ideológica por la que los pueblos del mundo aclamarán a Pedro. El nacionalismo más retrogrado y reaccionario se ha convertido en la piedra angular del nuevo doctrinario socialista.
El presidente de Castilla-La Mancha, por su parte, ha pasado de moscardón molesto a cucaracha que es preciso fumigar cuanto antes. Y sabe también que no faltan en su propio predio adelantados deseosos de coger los trastos y comenzar las labores de exterminio. Supongo que, al recordar el apoyo prestado a la Pareja Alfa cuando montó el sainete pantomima de aquellos cinco días de presunta meditación cartuja en la Moncloa, se habrá arrepentido de haber formado parte de las procesiones y rogativas lacrimógenas de plañideras clamando por que no hiciera lo que en realidad ni por lo más remoto había pensado hacer nunca. El mensaje que percibió con ello Sánchez era de debilidad y por ello ahora ya no se corta ni un pelo. Aunque eso sí, solo entrará a descabellar cuando ya se lo tengan amarrado y listo para la puntilla.
¿Que opción ante ello le queda a Emiliano?. Pues en verdad solo una. Tiene lo que tiene y por el tiempo que tiene: la mayoría absoluta en la Región que gobierna. Pues que con ella se lance ya sin pamplinas a dar la batalla con todo y a por todo. Lo demás será pura agonía.