Ha sido una denuncia en redes sociales que se ha comenzado a extender como la pólvora, pero que hasta el momento no se ha presentado por escrito ante la policía. Pese a ello, y a falta de que se pueda iniciar un protocolo de actuación al respecto, este diario ha podido saber que la facultad de Humanidades ya ha reaccionado a nivel interno y lleva unos días investigando lo ocurrido.
El pasado 31 de octubre una alumna de primero de Humanidades abría un hilo en la red social 'X' en el que explicaba cómo había recibido un ingreso de dinero de un compañero de clase de unos cincuenta años aproximadamente. A partir de ahí, explicó cómo le pidió responsabilidades y este le contestó que «si tú lo ves y lo quieres te lo quedas».
Tras hablar con sus compañeras, pudo saber que varias de ellas, con 17 y 18 años, habían recibido distintas cantidades de dinero, solo las chicas. Todo ello, cuenta, después de que «varias compañeras también hayan tenido varios momentos incómodos con él, como cierto contacto físico innecesario o comentarios acerca de su físico o vestimenta».
Según cuenta, finalmente, la decana de la facultad ya habló con este alumno tras un comentario que realizó sobre una menor. Esperan que se presente una denuncia para poder actuar.
Ante esta historia, han sido varias las muestras de apoyo a la chica en las redes, donde también hay críticas hacia la facultad.
Respuestas. La facultad también ha reaccionado públicamente en redes, y ha apuntado que «ante los bulos vertidos», el equipo decanal informa que «ha actuado y sigue actuando de acuerdo con los protocolos establecidos, si bien ya se realizaron contactos individuales desde el primer momento, siempre intentando preservar la integridad y el anonimato de las personas que se hayan podido ver implicadas en cualquier posible circunstancia». Este equipo «como se ha demostrado en todo momento, está totalmente comprometido con la igualdad y los derechos de las mujeres. No hay ninguna intención de silenciar actitudes sino de velar por la integridad del estudiantado al completo de nuestra facultad».
El problema, según ha podido saber La Tribuna, es que hasta el momento no había ninguna denuncia por escrito de lo ocurrido, más allá de las redes, cuestión que impide abrir un protocolo de actuación. Ante las críticas vertidas en redes, desde la facultad ya han intentado actuar de la forma más directa y no salen de su asombro «porque el que no hayamos actuado, que es de lo que se nos está acusando, es un cúmulo de mentiras». De momento hay más desinformación que información y la facultad quiere actuar con veracidad, siguiendo los pasos adecuados y guardando el anonimato de sus alumnos. Lo que recuerda es que «esto es una Universidad pública y debe haber pruebas claras de una causa muy grave para una expulsión». Deberán ser los órganos competentes, la Defensora del Universitario y el Comité específico quienes determinen lo que ha pasado y su gravedad. Pero, sobre todo, recuerdan el arduo trabajo en la facultad por la igualdad.
Este fin de semana, la Delegación de Estudiantes del Campus también ha recordado que ante cualquier caso de abuso, «es fundamental que se realice la denuncia correspondiente». Tiene que ser ante la Defensoría Universitaria, para que se inicie el protocolo correspondiente, de acuerdo a los procedimientos y garantías.