Los balances relativos al ámbito judicial en Toledo no suelen salir bien parados desde hace años. Así lo confirma un año más también el Tribunal Superior de Justicia de Castilla- La Mancha (TSJCM) en su reciente memoria sobre la actividad de los juzgados y de la Audiencia de 2023, un ejercicio marcado por el aumento de la pendencia por las huelgas que protagonizaron los letrados de la Administración de Justicia -antiguos secretarios judiciales- y los funcionarios a continuación pidiendo mejoras en las condiciones laborales.
Las carencias en los juzgados de Toledo capital son notables desde hace años y más o menos llamativas en función de las necesidades. Si bien, el TSJ ha puesto especialmente la lupa esta vez en la Primera Instancia, una vez que la división de jurisdicciones ya tiene rodaje porque entró en vigor hace más de dos años y medio. En este sentido, actualmente hay cinco órganos, y la sobrecarga y el ingreso de asuntos «es tremendamente superior» a la actividad que debería mantener un juzgado de estas características si se atiene a los módulos de carga razonable que se plantean desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Por este motivo, en la memoria se refleja como «medida imperativa» la ampliación de la planta judicial con dos nuevos juzgados de Primera Instancia. La propuesta no es nueva, puesto que el TSJ ya planteaba la misma petición en la memoria de 2022, pero las cifras vuelven a empujar la iniciativa y dejan en evidencia las necesidades para hacer frente a la pendencia, agravada con la paralización de la actividad durante las huelgas.
Los cinco juzgados ingresaron 10.208 asuntos, de los que 2.179 correspondieron al Juzgado de Primera Instancia número 5, encargado en exclusiva de todas las demandas relacionadas con las cláusulas abusivas que siguen entrando masivamente en la vía judicial, una sobrecarga que repercute en el funcionamiento del juzgado de Primera Instrucción número 5, que hasta finales de junio contó con refuerzo, como en la Audiencia Provincial, cuya Sección Primera recibió cerca de 600 asuntos de esta naturaleza.
En caso de que el Ministerio de Justicia acepte la petición de dos nuevos juzgados de Primera Instancia para Toledo capital, uno de ellos podría especializarse en asuntos de familia, según se desgrana en el memoria judicial, dada la sobrecarga en este ámbito.
Por contra, el funcionamiento de los tres juzgados de Instrucción es adecuado y las cifras indican que el año pasado ingresaron 5.493 asuntos, con lo que no supera los índices de carga de trabajo marcados por el CGPJ. Su actividad se ha regulado en buena parte por la puesta en marcha del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Toledo con jurisdicción comarcal, ya que abarca también Orgaz e Illescas.
Más necesidades. La situación del juzgado de lo Mercantil de Toledo también es «preocupante» por el aumento de materia el año pasado a pesar de que desde hace tiempo únicamente se dedique a esa materia y no la compatibilice con la propia de un juzgado mixto, lo que también ha contribuido a saturar la Primera Instancia.
En principio, el TSJ considera necesario crear un segundo órgano Mercantil en Toledo, puesto que se registraron 1.660 asuntos a lo largo del año pasado, de los cuales 550 fueron procedimientos concursales. La propuesta también viene respaldada por el CGPJ, ya que salió a la luz en verano un informe del Servicio de Inspección que reveló que su actividad superaba el 175%.
En este caso, la especialización del juzgado no ha logrado el objetivo de racionalizar la carga de trabajo a pesar de que las cifras actuales son más bajas que las que arrojaba, por ejemplo, en 2019, dado que el Mercantil entonces asumía una sobrecarga similar al trabajo de dos órganos judiciales. Así, el TSJ es consciente de que la puesta en marcha de un nuevo órgano es un trámite largo, con lo que plantea también la prórroga de medidas adicionales con la adscripción de un juez de refuerzo como hasta la fecha.
El TSJ observa como «capítulo aparte» la problemática de los juzgados 1 y 2 de lo Penal de Toledo, dos órganos «que continúan presentando demoras importantes» a pesar de que el año pasado se redujo la entrada de asuntos y de señalamientos por efecto de las huelgas. A pesar de que esta jurisdicción ha contado con medidas de refuerzo, al alto tribunal le inquietan los retrasos, sobre todo, porque «muchas veces se producen dilaciones indebidas que muchas veces tienen apreciación en sentencias como atenuante».
La memoria anual también se detiene en los perjuicios que ocasiona en la ralentización de la capacidad de respuesta de los juzgados de lo Social en Toledo, sin contar con el de Talavera de la Reina, puesto que todos superan la carga de trabajo razonable. Por tanto, el TSJ solicita al Ministerio de Justicia que se arbitren medidas suficientes para que estos órganos funcionen con mayor agilidad.