El pasado mes de julio, dos antes de la riada de barro que produjo la DANA en el Polígono Industrial, la empresa 'Ideas Medioambientales' entregaba al Ayuntamiento de Toledo el 'Estudio Ambiental Estratégico' para la 'Ampliación de Suelo Industrial' donde asegura que la canalización del arroyo Ramabujas, que pasa por en medio de ese terreno, «está en perfecto estado, sin problemas de atascamientos de agua, sin obstáculos a la circulación de sedimentos o desbordamientos por avenidas extraordinarias». Más todavía, afirma, sin género de dudas, que la probabilidad de inundación es «baja o nula».
Aún así, aconseja construir tanques de tormentas para minimizar los efectos que pueden producir «grandes volúmenes de agua» concentrados en poco tiempo y espacio quizá porque otras fuentes que han consultado son menos optimistas. Siempre referido al término municipal de Toledo en su conjunto, indican que según el Mapa de Peligrosidad de inundación integrada el riesgo de inundación es «medio»; y atendiendo al Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones en Castilla-La Mancha (PRICAM, Revisión 2015), esa alerta sube hasta categoría «alta».
Sin embargo los autores del documento se aferran a la referencia más favorable, es decir, el Sistema nacional de Cartografía de Zonas inundables (SNCZI) según la cual el proyecto de ampliación del suelo industrial «se sitúa fuera de zonas inundables asociadas a los cuatro periodos de retorno (10, 50, 100 y 500 años). Además, el proyecto también quedaría exento de pertenecer a las Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI)».
El desbordamiento del Ramabujas originó los daños en las cocheras de Unauto. - Foto: Yolanda LanchaTras informar de que en Toledo las precipitaciones máximas ocurren en octubre, noviembre, diciembre, abril y mayo insisten en que la canalización de Ramabujas «es capaz de desaguar las avenidas extraordinarias, evitando el efecto de las inundaciones, pues tiene capacidad para desaguar la máxima crecida ordinaria, y las avenidas estimadas a 10, 25 ,100 y 500 años, no existiendo ningún tipo de riesgo ni aumento de la vulnerabilidad para construcciones e instalaciones existentes, o vidas humanas», afirmación que queda en entredicho tras los acontecimientos.
En todo caso, repiten que «se puede considerar que no existe riesgo de inundación en los terrenos de proyecto» y el documento explica que, en todo caso, cuando llegan grandes volúmenes de agua a los arroyos «pueden provocar afecciones por erosión de las márgenes y del fondo. Para evitarlo, se pueden disponer sistemas de retención temporal, por ejemplo los tanques de tormentas», lagunaje o depósito de retención.
Este documento es fundamental para que el Ayuntamiento saque adelante la ampliación del suelo industrial que ahora mismo está en información pública y parece dar carta blanca para sacar adelante la propuesta urbanística.