Unos 80 políticos y trabajadores de la Diputación se han concentrado esta mañana a las puertas de la institución provincial para participar en el acto institucional del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La presidenta, Concepción Cedillo, encabezó la convocatoria, que incluía la lectura del manifiesto de la Federación Española de Municipios y Provincias para condenar la violencia contra las mujeres. El vicepresidente Daniel Arias, el único diputado de Vox, se ausentó de la concentración.

"Lamentamos y condenamos la violencia contra las mujeres a manos de la violencia contra la mujer. Y mostramos la cercanía y solidaridad de todas las mujeres que sufren la lacra social", manifestó la presidenta antes de la lectura. Cedillo añadió que la unidad puede evitar que las mujeres sean "víctimas de la sinrazón". "La violencia contra las mujeres no puede continuar, y es labor de todos y de las administraciones públicas trabajar, concienciar y lograr terminar con cualquier acto violento por razón de sexo. Y pensamos que es necesario apoyar a quienes sufren este tipo de violencia para que se sientan apoyadas y protegidas", aseveró.

La lectura del manifiesto correspondió a la diputada de Deportes, Pilar Martín; al diputado de Cultura, Tomás Arribas; a la diputada provincial, Charo Navas; a la jefa del servicio de Deportes, Valle Guío; y a las funcionarias Ana Gloria Granados y Olga Prieto. "Nuestro recuerdo está en las más de 1.236 mujeres que han sido asesinadas en España desde 2003 como consecuencia de esta terrible violencia, máxima expresión del machismo, y en los 428 niños que han quedado huérfanos desde 2013. En lo que llevamos de año, ya son 52 las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, un número de víctimas superior al de cada uno de los tres años anteriores. Una realidad durísima que cualquiera que haya tenido contacto con la violencia machista, directamente o a través de la labor de otros, bien conoce", subrayaba el manifiesto.

La convocatoria finalizó con un simbólico minuto de silencio y la colocación de un ramo de flores en memoria de las víctimas.