El eterno retorno de la minería en La Jara

J.Moreno
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Una empresa plantea prospecciones en el término de Sevilleja de la Jara para analizar la presencia de minerales. Hace un siglo, la industria extraía plata y plomo en el municipio

El eterno retorno de la minería en La Jara

Faustino Ollero maneja los datos principales de su pueblo de memoria. La superficie municipal suma 30.000 campos de fútbol. «De los grandes», apostilla el alcalde para que cuadren los 236 kilómetros cuadrados que albergan a los 600 empadronados de Sevilleja de la Jara y sus pedanías, Buenasbodas, Gargantilla y Minas de Santa Quiteria. La densidad poblacional es mínima. «Tocamos a medio kilómetro cuadrado para cada uno», bromea. Una porción ínfima figura en la solicitud del permiso de investigación publicada el 1 de abril en el Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible del gobierno extremeño.

«Es esperanzador», comparte con este diario el alcalde jareño por la resurrección del vínculo de su pueblo con la minería. Se refiere a las prospecciones de terreno solicitadas por la empresa española Omnis Minería para investigar la presencia de minerales como titanio, zirconio, hafnio o fosfatos. La Junta de Extremadura ha informado ya al Ayuntamiento de Sevilleja de la Jara del proyecto y el plan de restauración para la presentación de posibles alegaciones.

El terreno seleccionado por la empresa se ubica a unos 10 kilómetros de la pedanía de Minas de Santa Quiteria, en la confluencia con el término cacereño de Alía y el pacense de Helechosa de los Montes. «Allí nunca ha habido minas», aclara el alcalde.

Las prospecciones, que analizarán la riqueza minera del terreno, se ciñen a un Monte de Utilidad Pública de Sevilleja de la Jara, poblado con 400 hectáreas de pinos. Está en zona protegida ZEPA, por lo que el concurso de más administraciones está cantado. La Junta de Castilla-La Mancha y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) deberán pronunciarse.

La explotación de una mina de plomo en las cercanías de una vieja aldea denominada 'La Cordobilla' bautizó el poblado de Minas de Santa Quiteria. El vínculo de la zona con la minería aparece también en el topónimo de La Nava de Ricomalillo. «Procede de la frase 'rico oro amarillo',  pero algunos estudiosos informan de que en la antigüedad se llamó 'Nava del Rincón Malillo', y así aparece en la carta de fundación, llamándose 'Nava' por extensión, por ser este el nombre de la altiplanicie del 'Mogorro', y refiriéndose 'Rincón' a su situación en la vaguada formada entre los dos Mogorros y 'Malillo' por lo difícil y agreste del terreno de su primitivo emplazamiento», explica la institución provincial.

Mientras, los vecinos de Sevilleja de la Jara echan la vista atrás y revisan la memoria minera heredada de sus antepasados. Hace un siglo que cerraron las tres últimas explotaciones de galena argentífera: Pozuelo, Antonia y Paraíso. Las compañías extraían plata y plomo con trazas de antimonio. Ahora, el alcalde cree que Omnis Minería pueda buscar sustancias para la aplicación en los productos de nuevas tecnologías.

El rastro de la minería sigue vigente. Los vecinos conocen de muchas galerías, e incluso de un pozo de 100 metros de profundidad utilizado para la extracción de la plata en el vientre del término municipal de Sevilleja de la Jara.

Un rayo de esperanza asomó yace siete años en Sevilleja de la Jara, pero se quedó en una ilusión. Una empresa australiana completó en 2018 los estudios previos para la extracción de oro en una mina en la comarca de La Jara, en La Nava de Ricomalillo y Buenasbodas. El objetivo de estas exploraciones, ejecutadas a más profundidad y con mayor decisión que otras catas, buscaba analizar el contenido del subsuelo en esta zona que fue explotada muchos años atrás para estos fines. «Imagina lo que puede suponer para el Ayuntamiento. Son pueblos que se están muriendo. Imagina lo que puede suponer que sea estable», comentaba por entonces el alcalde de La Nava de Ricomalillo, Rufino Muñoz. Sin embargo, quedó en agua de borrajas.

Hace cinco años, la Junta de Comunidades autorizó a otra empresa un plan para investigar las minas en superficie para la extracción de oro en cinco términos municipales: La Nava de Ricomalillo, Sevilleja de la Jara, Belvís de la Jara, Aldeanueva de San Bartolomé y Robledo del Mazo.

El pasado 1 de abril, el Servicio de Ordenación Industrial Energética y Minera de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta informaba de la solicitud del permiso de investigación de la empresa Omnis Minería. Concretamente, divide el terreno en 45 cuadrículas mineras en los términos municipales de Alía (Cáceres), Sevilleja de la Jara y Helechosa de los Montes (Badajoz). Precisamente, hay una isla en el pantano de Cijara conocida como la de las cuatro provincias porque limita también allí Ciudad Real.

El plan de restauración del proyecto del permiso de investigación puede ser examinado durante los 30 días hábiles siguientes al 2 de abril. Los interesados pueden consultar los datos en las dependencias del Servicio de Ordenación Industrial, Energética y Minera en Cáceres, así como en la página oficial del Sistema de Información Geológico Minero de Extremadura.

De momento, el Servicio extremeño de Ordenación Industrial, Energética y Minera ha propuesto una resolución favorable al proyecto. La autorización corresponde a la Subdirección General de Minas del Miteco.