La toledana Elsa Ordóñez, Miss España Intercontinental

J.Monroy
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La joven vecina de Fuensalida canta, baila, dibuja y cursa segundo de Derecho, estudios en los que se quiere seguir centrando a pesar de tener que representar a España los próximos meses

Entró en el concurso de Miss Toledo Intercontinental por casualidad, para llevarse su primera corona, y tras cinco meses de mucho trabajo ha obtenido también el cetro de Miss España. Es de Fuensalida. Baila flamenco desde los tres años (este curso piensa acabar la carrera), canta desde los once, dibuja y estudia segundo de Derecho en Toledo. Elsa Ordóñez se muestra perfeccionista y muy trabajadora, condiciones todas ellas que han influido, en mayor o menor medida, para que el pasado fin de semana fuera coronada en Murcia Miss España Intercontinental.

Fue durante un desfile de la marcha de ropa de Fuensalida en el que su madre y su abuela han comprado toda la vida donde a finales de abril la directora del certamen Miss Toledo Intercontinental se fijó en Elsa. Le preguntó a su madre si le gustaría presentarse y ella le trasladó emocionada la propuesta. Así que «decidí ir a probar a un ensayo el domingo de aquella semana, consciente de que mis compañeras llevaban ensayando cuatro meses. Pensé que solo iba a ganar 'las gracias', pero también que ganaría una experiencia y contactos... y quién sabe». No se podía ni imaginar lo que le ocurriría en menos de un mes: «fui, me gustó, seguí y me traje la corona».

Desde aquel 25 de mayo, Elsa es Miss Toledo Intercontinental, y como tal ha estado representando a la provincia de Toledo, moviéndose mucho, pero también preparándose para el concurso de Miss España. Tal es así, que la familia este año, recuerda Elsa, ni siquiera se fue de vacaciones y este verano ha estado tres meses trabajando a diario. El esfuerzo ha merecido la pena.

La toledana Elsa Ordóñez, Miss España IntercontinentalLa toledana Elsa Ordóñez, Miss España IntercontinentalMiss España. El pasado sábado Elsa se alzaba con la corona de Miss España Intercontinental. Llegó el domingo antes a Murcia para una semana de concentración. Curiosamente, el jurado del concurso estaba infiltrado dentro de los trabajadores del espacio, en el que ellas realizaron diversas actividades. La toledana recuerda mucha competitividad en este certamen, mucha más que en el de Toledo, pero también en general muy buen ambiente «y yo me hice amiga de las representantes de Cádiz y de Málaga, con las que compartía habitación y nos unimos mucho». 

El viernes, en la pregala, las chicas desfilaron con el vestido y el bikini de la patrocinadora, ante la atenta imagen del jurado. Y el sábado, ya con el jurado visible, con el paseo del bikini del patrocinador y un vestido de su elección, además del minuto de oro. En el momento que llegó a aquella gala, confiesa Elsa, «vi las bandas y la corona, y justo antes de empezar me entró una emoción por dentro, porque la gente que me está apoyando y yo llevamos trabajando por Toledo sin parar desde abril, y aquel era el momento».

Así que cuando después de más de seis horas de gala escuchó que Miss España era Elsa, «vi que el trabajo que hemos hecho se ha valorado y ha sido una alegría enorme, por mí y por toda la gente me ha apoyado». Su madre, su amiga y toda su familia comenzaron a gritar emocionados, mientras ella, haciendo lo propio, se abrazó a la otra finalista «porque no me lo creía».

Pasados unos días entre sesiones de fotos, Elsa ha emprendido su retorno a Toledo con una nueva responsabilidad. A partir de ahora tiene que representar a España en el concurso internacional, del 20 de noviembre al 6 de diciembre en Egipto. Serán más horas de trabajo y de ensayos, amén de la participación de galas, como la de este fin de semana en Portillo.

Pero Elsa tiene claro que también tiene que seguir estudiando. Cursa segundo de Derecho en Toledo y aunque quizás su primer cuatrimentre sea complicado, se compromete a hacer lo que pueda, para retomar los estudios con todas sus energías a partir de enero.