La demanda interna cambia el escenario de las exportaciones

L.G.E.
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Después de varios sustos con los famosos cuellos de botella, ahora las materias primas o los componentes se han convertido en bienes codiciados de mayor consumo doméstico

La demanda interna cambia el escenario de las exportaciones - Foto: Javier Pozo

Ha sido justo antes de terminar el tercer trimestre de 2024 cuando se ha conocido el primer dato de las exportaciones del año. En Castilla-La Mancha han supuesto un alivio porque vuelven a la senda del crecimiento. En enero de 2024 se facturó un 0,3 por ciento más que en el mismo mes del año anterior. No es cuestión baladí porque a nivel nacional cayeron un 2,5 por ciento y además porque en los últimos meses del año pasado se venían sucediendo datos a la baja que hicieron que 2023 se cerrase con una cifra de negocio en el extranjero más baja que la del año anterior. Y eso era algo que no suele ocurrir. Las exportaciones de Castilla-La Mancha nos tenían mal acostumbrados.

Además de muchos factores externos, de incertidumbre económica, subidas de tipos de interés y costes, conflictos bélicos... también hay una causa que tiene mucho que ver con el mercado interno. 

«Hemos aprendido a gestionar mejor los cuellos de botella y a no depender tanto del proveedor extranjero que te puede poner a tu industria en un problema», explica a La Tribuna el delegado territorial del ICEX, Pedro Antonio Morejón.

En algunos productos se nota mucho el crecimiento de la demanda interna, como ocurre con las materias primas, cuyas exportaciones cayeron el año pasado un 20 por ciento. En euros se vendió al extranjero minerales por 84,5 millones y materias primas vegetales y animales por 49 millones. Morejón explica que en el contexto actual las materias primas son un «bien codiciado» que se quieren mantener 'en casa'. 

Algo parecido ocurre con sectores de productos que no van al consumo final, sino que sobre todo se emplean para la industria. En semimanufacturas no químicas las exportaciones cayeron un 17 por ciento. En total se facturaron 937 millones de euros en 2023. Y lo mismo pasa con los productos químicos, que arrojaron un descenso del 24 por ciento. El negocio que hizo Castilla-La Mancha en el comercio internacional se quedó en 1.100 millones.

«En todos los elementos que son componentes o materias primas se está restringiendo la transacción a nivel internacional porque el sector doméstico los está demandando», apunta Morejón.

Se ve perfectamente con la industria del automóvil. Mientras que las exportaciones de componentes cayeron un 7,1 por ciento (fueron 193 millones de euros), las ventas en el extranjero de los coches y motos ya finalizados subieron un 17 por ciento, hasta los 47 millones.

La alimentación y los bienes de consumo aguantan. Y es que a la inversa de lo que ocurre con materias primas y semimanufacturas, las exportaciones de los bienes finales sí que tuvo un mejor comportamiento el pasado año. En alimentación y bebidas, que suponen el mayor sector para la región, crecieron un uno por ciento, sobre todo por el tirón del vino. En conjunto la facturación anual alcanzó los 3.237 millones. También crecieron, aunque poco, las manufacturas de consumo. Subieron un 0,8 por ciento. Aquí están los 637 millones facturados en textiles o los 290 millones en calzado, sector que anotó un incremento del 36 por ciento.

Otro bloque clave para la región es de los bienes de equipo, que en facturación sumaron 2.593 millones el pasado año, anotando una subida del 4,7 por ciento.  Morejón apunta aquí otra derivada y es la decisión estratégica de Europa de potenciar su industria. «Habíamos tomado la decisión casi de ser el mayor consumidor del mundo y que China nos abasteciera», recordó. Ahora eso se está revirtiendo. Augura que para 2024 «se va a consolidar el sector industrial de bienes de equipo y Castilla-La Mancha y España se pueden beneficiar». 

Este 2024 ha empezado siguiendo un poco la misma tónica. Los datos de enero muestran un descenso en semimanufacturas no químicas del 6,7 por ciento y lo mismo en productos químicos, con un 25,1 por ciento. En cambio, los productos agroalimentarios crecieron un 16,9 por ciento y los bienes de equipo un 14,1 por ciento.