El equipo de Gobierno ha rechazado cambiar el nuevo pavimento que se está colocando en la calle Río Tajo, dentro del proyecto para hacer más accesible el Casco Antiguo. El portavoz del equipo de Gobierno, Jesús García-Barroso, ha contestado a la noticia publicada hoy por La Tribuna, en la que los vecinos pedían modificar el modelo de pavimento por ser adoquines rugosos que poco tienen que ver con mejoras en la movilidad y accesibilidad y porque no sigue el mismo diseño que las calles aledañas. En rueda de prensa, García-Barroso ha justificado la decisión en que se trata de un proyecto «aprobado y adjudicado por el anterior equipo de Gobierno».
El portavoz recuerda que sí se ha podido modificar la estructura de la plaza Puerta del Río, que en un principio se iba a transformar en una zona de aparcamiento con la retirada de los árboles incluida. Así, ha indicado que estos cambios para mantener la plaza como zona de ocio y descanso para los vecinos, sí se pudo llevar a cabo «dentro de las posibilidades del Ayuntamiento», además de las adecuaciones realizadas para que la fibra vaya soterrada.
Sin embargo, el cambio del suelo en la calle Río Tajo no tiene ahora ninguna posibilidad. En los aspectos técnicos, con el proyecto ya aprobado, no era susceptible de modificación a estas alturas, porque «suponía un sobrecoste muy elevado y por razones de tiempo no tenemos margen; la obra tiene que estar finalizada y pagada antes de 2023», dijo, al formar parte de los proyectos de la Estrategia EDUSI, cofinanciada con fondos europeos.
«Este equipo de Gobierno ha hecho lo que ha estado en su mano», reiteró, a la vez que insistió en que «la elección de ese tipo de adoquín viene de la legislatura pasada y de lo que aprobó el anterior equipo». Constituye, recordó, «la herencia y el legado de Agustina García».
El portavoz no se movió de su argumentario al ser preguntado ante el supuesto error de un técnico municipal a la hora de aprobar el modelo de instalación del pavimento, siguiendo el modelo de corte cantera en lugar de abujardado, que permite un pavimento más plano, según aseguran los vecinos. «No se trata de calificarlo de error o acierto, sino que el proyecto técnico una vez que se presentó fue aprobado en las condiciones en las que venía propuesto, pasó todos los filtros del Ayuntamiento. Es un proyecto adjudicado y técnicamente supervisado en un momento anterior, no había más posibilidades», insistió.
Por todo ello, y aunque considera «lógica y legítima» la protesta de los vecinos de la zona antigua de la ciudad, aseguró que el pavimento se mantendrá. «Nos ha sido imposible dar respuesta a una de las peticiones que era absolutamente legítima y razonable pero que no se ha podido atender».
Los vecinos de Río Tajo tachan de «barbaridad» que retiren estos mismos adoquines de la calle Prado para evitar el ruido de los vehículos y los instalen ahora en la zona antigua. Además, contradice el criterio de accesibilidad que persigue este tipo de proyectos y rompe con la imagen única y homogénea del Casco con materiales propios de una zona reconocida como Conjunto Histórico.