El Gobierno de Castilla-La Mancha pone muchos deberes a Moncloa. Considera necesaria una reforma del sistema de financiación autonómica, un fondo de compensación para las regiones más perjudicadas, la reestructuración de la deuda y una política de armonización fiscal entre comunidades. Estas cuestiones las abordó el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, en el desarrollo del VI Foro Tax Global Meeting 'Una visión estratégica sobre fiscalidad', que se ha celebrado en Cádiz. 

Sobre la financiación autonómica sugirió que lo que hay ue hacer «es ponernos de acuerdo todas las comunidades autónomas y ver qué singularidades tenemos a la hora de valorar el coste que a cada una nos cuesta prestar esos servicios». En otras palabras, señaló que es clave «llegar a un consenso para determinar cuál es el valor de la población ajustada en cada territorio».

También puso de manifiesto la necesidad de una reestructuración de la deuda que está motivada por dos factores, uno de ellos es que el modelo de financiación actual se ha comportado de forma errónea. Castilla-La Mancha es precisamente una de las regiones más castigadas. Por otro lado, hay un porcentaje de la deuda que mantiene la región con el Estado como «consecuencia de la crisis financiera del 2007 y de la caída brutal de esos ingresos». 

Ruiz Molina dice estar dispuesto a dialogar con el Estado en esta materia:«Ahorraríamos bastante la carga de intereses que tenemos que soportar». El consejero traslada, por tanto, un 'sí' a la condonación de la deuda, pero también un 'sí' a la aprobación de un fondo transitorio, para que, hasta que se apruebe el nuevo modelo de financiación, se compense a las comunidades a las que están infrafinancidas. 

El titular de Hacienda también mostró su apoyo a que el Estado apruebe una Ley de Armonización Fiscal para evitar la competencia que hacen otras regiones bajando impuestos. En cuanto al concierto catalán, lo califica como «un grave atentado al principio de igualdad».