El final de temporada del Tecnocasa Talavera no fue, desde luego, el soñado ni el esperado. Y es que saldó la última jornada de Liga, disputada en el polideportivo Primero de Mayo, con derrota frente al descendido Daimiel por 66-70. Menos mal que los talaveranos tenían desde hace algunas semanas los deberes hechos y seguirán la próxima temporada en Liga EBA.
Un contrariado José Rey declaró a este periódico tras el encuentro que «no me explico lo que ha pasado en este partido». Aunque no es nada nuevo para el técnico ya que apuntó que «es lo mismo que ha ocurrido durante toda la temporada». Con la salvedad que en este cierre de Liga, sus jugadores «no mostraron baloncesto, así como tampoco actitud, ni aptitud».
Las diferencias estuvieron muy ajustadas durante todo el choque entre un conjunto con la permanencia en el bolsillo y otro descendido y «con la salvedad de que nosotros en casa y con el apoyo de la afición, debíamos empujar». Ahora bien, sus pupilos tuvieron «un problema de toma de decisiones». Porque el entrenador puso de relieve que «teníamos el partido más o menos controlado», pero como trasladó a los jugadores durante la semana «parece que nos pegamos un tiro en un pie antes del salir porque hay toma de decisiones absurdas».
Porque admite que un rival «nos gane por ser mejor», pero no «por nuestros errores infantiles». Llueve sobre mojado ya que «es lo mismo que nos ocurrió la jornada anterior en Alcalá y también en un entrenamiento durante un cuarto de simulación de partido». En este último caso, «paramos y se lo dijimos a los jugadores, pero parece que no lo entendemos, ni aprendemos».
José Rey estaba especialmente molesto con la derrota por ser el último encuentro y disputarse en el Primero de Mayo: «Debemos ser profesionales todos los partidos y más en nuestra casa con la gente empujando». Porque el club preparó una fiesta fin de Liga en la que «los protagonistas somos nosotros y debemos darlo todo».
Y para colmo de males a Wellingthon «se le ha ido la cabeza» a pocos segundos para el final con la agresión a un rival: «Son cosas que no se pueden hacer porque nos acarrea un problema de imagen ya que nos debemos al club. Son actitudes intolerables». Y pone el acento en que «el club es la imagen de una ciudad y Talavera no es así».