Recuerdo, muy a menudo, un cartel que tenían en la Secretaría de Alumnos de la Facultad de Ciencias y Jurídicas y Sociales de Toledo, allá en San Pedro Mártir, que decía algo así: «para las cosas imposibles tardamos una semana, para los milagros, un poco más. Ten paciencia». 
Ese cartel y la amabilidad para evitar decirte que no a tus peticiones, ayudaban a comprender que, en el mundo puede haber imponderables, pero cuando el problema tiene posibilidad de solución, se puede encontrar la forma administrativa o legal de solucionarlo.
Esa es una verdad muy sólida que puede ser compartida por mucha gente, pero los hay que a dicha afirmación, le suelen arrimar el ascua a su sardina para, de manera sibilina, conseguir sus propósitos sin importar los medios. Todo queda justificado como bien decía Maquiavelo, el fin justificaba los medios. 
Así, nos traen Sánchez y Bolaños, justificando la manida «pacificación política catalana», un fin espero (mantenerse en el sillón del poder), a través de una ley que, de rondón, busca el perdón del clan Pujol, de sus allegados tales como Artur Mas y toda su cuadrilla de la convergencia del tres porcentaje. Además, claro que sí, del perdón de Puigdemont, sus colaboradores y los malversadores de fondos públicos que utilizaron las cuentas catalanas para financiar el proceso arribista de separación territorial.
A ver quién los para ahora. Por mucho que algunos pinten a Page de salvapatrias, es uno más del clan de Sánchez y Bolaños. No quiere perder el sillón y es capaz de vender hasta a su hermano, que no comulgan con esta ley y lo que hace Sánchez se dio de baja del PSOE. Lo mismo su cuñado, Fernando Mora, es uno de los que también se marcha, porque es muy salvapatrias, cuando no se duerme en el parlamento regional. 
Ellos podrían parar esta cacicada separatista, este asalto a la democracia española, este perjuicio a la igualdad entre los ciudadanos de las diferentes autonomías. Claro que pueden. Directamente con los votos en contra del 'Nou Sergi', secretario general socialista y de todos los que le acompañan en la Carrera de San Jerónimo en nombre y representación de los castellanomanchegos. Voten que no a esa ley frentista, a ese proyecto rupturista. Rompan con Sánchez y Bolaños.