Tras una reñida final, el exfutbolista zaragozano Eneko Fernández se convirtió hace unos días en el ganador de la undécima edición de MasterChef. «Ganar el programa ha sido cumplir un sueño y ahora tengo muchas ganas de meterme de lleno en la cocina», remarcó en su presentación ante los medios.
«Creo que la final fue una lección de deportividad, de cómo puedes competir codo a codo con quien tienes al lado y de forma sana», aseguró Fernández, que se alzó como ganador del programa televisivo culinario con un menú de tres platos inspirado en su familia y con el que conquistó al jurado y al chef argentino Mauro Colagreco.
Junto a otros 29 participantes, el zaragozano ingresó en las cocinas de MasterChef con la oportunidad de «dar un cambio enorme» en su vida: «El plato con el que entré me parecía buenísimo, desde entonces solo han pasado tres meses y medio y ahora me parece prehistórico», recordó el ganador.
Del programa se lleva «una visión evolucionada, rigurosa y evolucionada de los platos». Los suyos de la final, denominados El amor, La familia y El futuro, fueron alabados por el jurado compuesto por Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nájera y Pepe Rodríguez, que los consideraron «impecables».
Un tartar de carabinero como entrante, un pichón a baja temperatura como plato principal y un helado de chocolate blanco con pimienta y algodón de azúcar fueron las propuestas de Eneko Fernández, que reconoció llevar meses trabajándolas. «Creo que tenía pensado el menú dos meses antes de la final, soy muy reflexivo».
«Quería presentar algo que hablase de mi cocina pero también de mis gustos y mi vida», resumió el ganador, que se embolsó 100.000 euros, un libro con sus propias recetas publicado y un lugar en el máster Cocina, Técnica y Producto del prestigioso Basque Culinary Center que está situado en San Sebastián.
Tiene claro que parte de este premio lo invertirá en seguir formándose. «Quiero empaparme mucho de los chefs; tengo que seguir formándome y me gustaría hablar con ellos para ver los negocios en los que podría estar», explicó.
Para Eneko Fernández, lo más complicado han sido las pruebas de exteriores. «Son una cura de humildad y una bofetada porque todos venimos de cocinar en nuestras casas y te enfrentas a muchísima gente, ves por delante un mundo que es supercomplejo y en el que te vas formando».
Dos deportistas, Ona Carbonell y Saúl Craviotto, ganaron también la edición celebrity del programa y Eneko Fernández cree que «el espíritu deportivo de superación ayuda muchísimo en las cocinas y ayuda a manejar mejor la ansiedad y la tensión de la competición».
En la final, el ganador compitió con el joven catalán Álex, de tan solo 19 años. «La relación entre los dos siempre ha estado por encima de todo. Me quito el sombrero, no es fácil y menos para alguien tan joven», concluyó.