El dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia está «moralmente preparado» para su eventual detención si regresa a Caracas para asumir la Presidencia. Así lo garantizó ayer en una entrevista en la que aseguró que apuesta por una transición pacífica en la que el chavismo pueda tener su espacio y el propio Nicolás Maduro pueda seguir «su rumbo» en el país.
A menos de 50 días de la fecha prevista para la asunción del próximo presidente de la nación caribeña, el 10 de enero, González confirmó su intención de viajar a la capital de Venezuela para asumir el cargo con el aval de los 7,3 millones de votos que, aseguró, logró en julio, frente a los poco más de 3 millones que atribuye a Maduro.
El exdiplomático, que se encuentra en Madrid desde septiembre tras denunciar fraude electoral, afirmó que en España se siente «como en casa» y agradeció el «respaldo» del Gobierno, pero insistió en que su plan es volver a su país, confiando en no ser detenido, si bien se mostró «moralmente preparado» en caso de que ocurra. «Lo que no tengo es boleto todavía, pero mi plan es estar allí el 10 de enero y tomar posesión del cargo», afirmó.
A su juicio, las «acciones de acoso» del Gobierno contra María Corina Machado y él mismo -como las órdenes de detención- son signos de «debilidad» del chavista.
Transición pacífica
En su eventual gestión como presidente, González Urrutia aboga por «negociaciones para una transición ordenada», con la liberación de los presos políticos, que cifra en más de 2.000. «Habrá una transición en la que las bases populares puedan tener un espacio y que el chavismo pueda encontrar un espacio», avanzó
«Teóricamente nosotros somos mayoría, por supuesto, pero lo que deseamos es pasar la página y abrir un espacio para la recuperación de Venezuela», prosiguió. ¿Su prioridad? «El reencuentro de los venezolanos, (...) la reconciliación».
Apenas 10 días después de la investidura en Venezuela, se producirá la vuelta de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, un país que recientemente reconoció a Edmundo González como presidente electo. En este sentido, el opositor negó que haya hablado personalmente con el magnate, aunque sus equipos han mantenido contactos en Washington.