Después de su aprobación en Presupuestos Participativos, 'Río Chico' insiste en que, de una vez, se traslade el skate park existente frente al centro cívico hasta el final de la avenida del Madroño. Estas instalaciones, apunta Belén Molina, presidente vecinal, ha producido ya algunos accidentes de niños pequeños, como su propio hijo. En la zona se juntan niños mayores con los menores, con bicicletas y monopatines, así como mobiliario de metal. Así que la Asociación de Vecinos lleva años reivindicando este traslado, que el actual Ayuntamiento afirma que se va a hacer.
Esta vieja petición es una de las más destacadas del extenso conjunto de reclamaciones que 'Río Chico' está pasando a cada uno de los partidos políticos que durante estos días, pero también en ocasiones precedentes, se han acercado a Valparaíso. Relacionada con la anterior petición, está la terminación de la avenida del Madroño. Algunos partidos ya le han comunicado que lo van a incluir en su programa. Sería necesario, apunta Molina, acondicionar la última mediana, para la que la propia Asociación de Vecinos ha elaborado un proyecto con una arquitecta, que incluye instalaciones deportivas y espacios de esparcimiento al aire libre. A ello se suma el acondicionamiento del campo de fútbol al final de la avenida, que está muy deteriorado. La propuesta es que se acondicione con césped artificial y se reparen las porterías.
El canicross creado hace unos años junto al colegio, valora la Asociación, no está bien cuidado, lleno de hierbas. Como «de nada sirve hacer cosas si no se conservan», reivindica a los partidos políticos que haga alguna actuación, que incluso pueda servir para el colegio en periodo lectivo. El centro ha transmitido ya su interés por tener en la zona un parque vial. 'Río Chico', por su parte, también tiene un proyecto para hacer en la zona un bosque educativo, que podrá utilizar el colegio. Muy pronto puede ser una realidad gracias a la colaboración con Ecoembes.
Servicios. Para el centro social pide la Asociación de Vecinos personal administrativo. En estos momentos, es la propia 'Río Chico' la que está cubriendo estas plazas con el dinero que saca de sus actividades. Allí ha contratado un administrativo durante tres horas de lunes a jueves. Explica Molina que, para empezar, hay muchas cuestiones que este trabajador no puede hacer en estas doce horas. Además, por las mañanas el centro está cerrado. Así que «si el Ayuntamiento contratara personal, nosotros podríamos utilizar nuestro dinero en más actividades y en más fiestas».
En cuanto a obras, 'Río Chico' insiste en la creación de un carril bici que una Valparaíso con Toledo. El Ayuntamiento está estudiando alternativas para unir la urbanización con el carril de Adolfo Suárez.
Además, Molina muestra el «rechazo completo» ante la posibilidad de que la vía del AVE a Lisboa pase cerca de Valparaíso o afecte al barrio.
En lo que a servicios se refiere, 'Río Chico' insiste en la necesidad de que haya más limpieza en el barrio. En concreto, es necesaria en el entorno del parque para perros (agility), donde también reivindica una fuente para los canes. Además, recuerda a los propietarios que los excrementos de las mascotas hay que recogerlos. Ya hay un compromiso municipal para hacer una campaña educativa. Pero si sigue sin dar efecto, Molina apuesta por aplicar la ley y poner multas a quienes no recojan los excrementos.
En cuanto a Cultura, Río Chico insiste en que los actos culturales no se deben concentrar todos en el Casco, sino que se debe repartir en todos los barrio. En Valparaíso hay muchas actividades culturales, deportivas y festejos. Pero salen del presupuesto de la Asociación. La idea es que el Ayuntamiento también desplace allí actividades de su programa.
El ejemplo del funcionamiento de la Cultura es la 'niña de nuestros ojos' de 'Río Chico', la biblioteca que ha organizado en el centro social, surgida de donaciones del barrio y el poco presupuesto que destina cada año. La biblioteca «funciona gracias a una señora, que se llama Victoria, que se dedicó a catalogar todos los libros que nos cedieron y que de forma altruista va varias tardes a la semana, se sienta, organiza la biblioteca, saca un bibliotín de novedades y recomendaciones, y tenemos un club de arte y un club de lectura», apunta Molina. En relación con esta biblioteca, la Asociación pide al Ayuntamiento puntos de lectura en los barrios, quizás primero en Valparaíso. Consisten en pequeñas casetas con libros, quizás junto a un parque, para sacar libros y después retornarlos. La idea es ver cómo funcionan desde el punto de vista cívico, que no desaparezcan los ejemplares. La experiencia piloto de Valparaíso podrá marcar la experiencia en con conjunto de la ciudad.