Uno a uno iban llegando los 14 miembros del Consejo Asesor de Toledo, al Ayuntamiento, para celebrar la primera reunión en la histórica Sala Capitular. En una tarde gris encapotada, y con algunas gotas de lluvia haciendo acto de presencia, no impedía que la candidatura de la ciudad para ser la Capital Europea de la Cultura en 2031 comenzara oficialmente.

Este consejo, compuesto por 14 individuos de «destacada reputación», señala Carlos Velázquez, alcalde de Toledo, ha sido seleccionado no solo por su reconocido prestigio, sino principalmente por su profundo «compromiso con la ciudad de Toledo», su rica herencia cultural y su prometedor futuro.

Envueltos bajo una majestuosidad de un lugar tan privilegiado, uno a uno iban ocupando sus asientos. La cultura de Toledo en sus manos, una responsabilidad con la que tendrán que convivir. Un selecto grupo clave en la promoción y defensa de la identidad cultural de la ciudad ante la comunidad europea.

La capitalidad europea de la cultura es un título conferido por el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, y tiene como objetivo proteger y promover la diversidad de culturas en Europa y poner de relieve las características comunes que estas comparten, así como intensificar el sentimiento de los ciudadanos de pertenencia a un espacio cultural común y fomentar la contribución de la cultura al desarrollo a largo plazo de las ciudades.

Para ello se trabajará «incansable para ser de nuevo luz de Europa. De hecho, de ahí el eslogan de la candidatura: 'Toledo Luz de Europa'. Es la determinación de una ciudad que quiere irradiar luz a todas las ciudades Europeas. Y que mejor manera que hacerlo con la cultura», señala Velázquez.

El Consejo Asesor se reunirá mínimo tres veces, como exige el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, pero este grupo «será permanente, para mejorar la vida cultural de la ciudad».

En esta primera toma de contacto, se ha centrado en identificar y consensuar las fortalezas, oportunidades y desafíos que presenta la ciudad de Toledo en su búsqueda por la Capital Europea de la Cultura. En la segunda reunión, se enfocarán en establecer objetivos operativos específicos y discutir posibles acciones concretas que puedan llevarse a cabo para alcanzar dichos objetivos. Por último, en la tercera reunión, se trabajará en el desarrollo de las líneas argumentativas y la creación de una narrativa sólida que respalde y fortalezca la candidatura de Toledo.

El objetivo es que se sigan sucediendo estos encuentros para favorecer el proceso de planificación estratégica y para garantizar una propuesta integral y convincente de cara a la capitalidad europea en 2031. Aunque a corto plazo, en 2025, Toledo tiene la fecha marcada en rojo, que será cuando presente formalmente su candidatura ante el Ministerio de Cultura.

Las candidaturas serán valoradas con base en criterios agrupados en seis categorías: contribución a la estrategia a largo plazo, dimensión europea, contenido cultural y artístico, capacidad para alcanzar los objetivos, trabajo de proximidad y gestión.

Ciudades contrincantes. Burgos, Granada, Cáceres, Las Palmas de Gran Canaria y Jerez de la Frontera, son las otras ciudades con las que la capital regional deberá competir.
Por delante meses de trabajo para conseguir «un hilo argumental» con base en la cultura y que todas las actividades programadas en el calendario de Toledo, «tengan sentido. Un relato. Algo que deje huella», apuntaba el alcalde de Toledo.