Perdonen que insista, pero hay aspectos del caso Edmundo González Urrutia difíciles de comprender.
Para la oposición venezolana se trata de un hombre que merece respeto, es un símbolo. Pero Maduro le teme: si finalmente ocurriera el milagro y Maduro se viera obligado a renunciar a su despacho oficial de Miraflores, sería Corina Machado quien gobernaría por persona interpuesta, No pudo ser candidata porque Maduro la inhabilitó utilizando unos jueces que cumplen órdenes, también fue inhabilitada la segunda candidata, por "peligrosa", podía ganar las elecciones , y con González Urrutia pensaron los chavistas que no corrían riesgo. Se equivocaron: González resultó un hombre de lealtad absoluta a Corina, participó de forma activa en la campaña y se ganó el respeto generalizado. Tanto, que su triunfo fue total, devastador para Maduro … Que no dudó el utilizar las malas artes para anular el resultado electoral.
La persecución a los dirige nets opositores fue tal que se vieron obligados a Buscar refugio en embajadas y casas particulares de personas con la que no tenían vinculación … Y se llegó a un acuerdo con Edmundo para ser trasladado a Madrid, donde vive una hija suya. La mejor noticia para Maduro: Corina refugiada en alguna parte y González Urrutia fuera del país.
Pedro Sánchez vio la oportunidad de demostrar su capacidad negociadora, pero Maduro se lo puso difícil: puente de plata para Urrutia… pero que no se le ocurriera al gobierno español considerarlo presidente electo. Mal asunto. Sánchez y Albares dieron explicaciones que no convencieron a nadie, hasta el punto de que el gobierno volvió a perder una nueva votación parlamentaria. Esta vez con el PNV apoyando el PP, y Ábalos apuntándose a la abstención. Maniobras de distracción de los sanchistas para que el fiasco fuera menor, ataques al PP por utilizar un problema de Venezuela para hacer política en España … y de pronto, desde Bruselas le mueven el tablero a un Pedro Sánchez que debía creer que tenía controlada la situación. El Parlamento Europeo votará los próximos días una moción para considerar a González Urrutia presidente electo. Y es probable que esa moción salga adelante.
Sánchez cree que maneja la política internacional mejor que nadie, pero si hubiera que ponerle nota, no llegaría al aprobado. El que sí la conoce a fondo, sobre todo la europea, es Borrell, que ha sido presidente del Parlamento Europeo, ministro de Exteriores en España y actualmente responsable de política exterior y de seguridad europea. Borrell, que no acepta que se estafe a los ciudadanos al negar los documentos oficiales de un recuento electoral, no dudó nunca en expresar su falta de apoyo a Maduro por ese delito político, democrático y electoral.
Habrá que ver cuál va a ser la reacción de Sánchez y Albares si la votación del Parlamento Europeo reconoce a González Urrutia como presidente electo de Venezuela. Sánchez le recibe con un abrazo en Moncloa, pero le falta el coraje y el compromiso democrático de poner en valor que ganó claramente unos comicios.