Solo se han plantado quince árboles. Esa es la única actuación del Ayuntamiento desde el inicio de la presente legislatura en el barrio de Valparaíso. Ante esta circunstancia la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos Río Chico muestra su enfado y desazón. «Desde que entró el Gobierno actual, consideramos que Valparaíso está olvidado, no han hecho actuaciones, nada de lo que les hemos pedido están haciendo», ha declarado a este diario.

La situación de abandono es tal, que ni siquiera se abordan las goteras del centro cívico, sin resolver desde hace siete meses. Esta situación ha causado daños en el suelo de casi todas las instalaciones. Todo ello, recuerdan desde la Asociación, después de que el Ayuntamiento se gastara 100.000 euros en arreglar la cubierta en 2020. Si sigue habiendo problemas, habrá que reclamar a través del seguro o la empresa que hizo la obra, «pero no se puede seguir mojando el suelo cada vez que llueve, que tenemos actividades con niños y a veces con humedades». Río Chico ha tenido que pedir a los trabajadores de la limpieza que quiten el moho. También hay cristales rotos.

Pero el abandono se extiende, se lamenta la Junta Directiva, por todo el barrio, por zonas cercanas al colegio, las instalaciones deportivas o el agility para los perros. Las canastas de la avenida del Madroño están rotas, como le informó la Asociación al Ayuntamiento desde hace más de seis meses, sin que haya habido respuesta. De igual forma, la red de la pista de voley está rota y sin respuesta municipal.

Río Chico denuncia el abandono del Ayuntamiento a ValparaísoLos columpios del también muncipal agility para las mascotas están prácticamente inhabilitados, porque las malas hierbas, de un metro, dificultan su uso. Incluso llegan a tapar un banco allí existente. Los animales tampoco pueden utilizar el canicross, también tapado por la hierbas.

Mucha importancia da también la Asociación a la retirada del skate park que existe delante del centro cívico. Dada su cercanía a la zona infantil, está provocando accidentes entre los niños pequeños. Hay caídas y roturas de dientes. Ya durante la anterior legislatura, Río Chico estuvo pidiendo un traslado de estas instalaciones para evitar males mayores. Se ha llevado a varios consejos de participación, que así lo han aprobado. La situación es tal que al presente gobierno le ha solicitado ya, desesperada, que si va a ser más fácil, no traslade el skate park, sino que lo desatornille y se lo lleve, «porque además es el espacio donde hacemos las fiestas y no queremos tener accidentes». Pero «nos lo prometieron y no lo han hecho en ocho meses, cuando lo saben desde hace muchos años».

La situación de abandono es tal, apuntan desde la Asociación, que solo se han plantado quince de los más de mil árboles del programa municipal de plantación de árboles.

Río Chico denuncia el abandono del Ayuntamiento a ValparaísoRío Chico ha podido reunirse esta legislatura ya con el alcalde, Carlos Velázquez, y con la concejal de Obras, Loreto Molina, a quienes trasladaron en diciembre estas situaciones, algunas de las cuales ya había solicitado por escrito. Las respuestas fueron afirmativas, «pero no hay nada hecho en el barrio, solo quince meses plantados en nueve meses de Gobierno». Río Chico agradece a Molina sus gestiones para solucionar las aguas fecales procedentes de Bargas, que parece que se arreglarán en unas semanas «pero empezaron en octubre y estamos en abril, y siguen las aguas fecales en el arroyo».

Fiestas. Capítulo aparte es el de las fiestas de los barrios. Desde hace tiempo, varias asociaciones están denunciando el doble rasero del Ayuntamiento, que se gasta 160.000 euros para un festival de música que coincide con las fiestas del Polígono y da 2.000 para las ferias de los demás barrios. Tal es así, que Alcántara y La Voz del Barrio han renunciado a organizar las fiestas de Santa Bárbara y Palomarejos. Tras el anuncio del alcalde, Carlos Velázquez, de que el Ayuntamiento se encargará de que todos los barrios tengan sus ferias, desde Río Chico critican que «a los que no quieren montar las fiestas, se lo hace en Ayuntamiento, y a los demás, que lo montemos nosotros, con lo que supone de trabajo, y nos dan dos mil míseros euros».

De forma que Río Chico reivindica lo que ya ha solicitado la Federación de Asociaciones de Vecinos, «que el dinero público se reparta de forma equitativa en todos los barrios respecto a su población, y que no se haga uso del mismo con fin electoralista, con unas fiestas de barrio camuflado de festival con 160.000 euros, cuando a los demás nos dan 2.000 euros, y saben perfectamente que solo una actuación de un grupo cuesta bastante más, con la luz y el sonido». Su idea es evitar enfrentamiento entre los barrios. Ahora el alcalde dice que hará fiestas donde las asociaciones han renunciado, «eso es reírse en la cara de todos los demás, deberíamos renunciar todos y que lo haga el Ayuntamiento». Pero Río Chico entiende que eso es inviable. Por eso, apuesta por una financiación suficiente.