El gasto en pensiones en la provincia ha alcanzado los 146,7 millones en octubre de 2024, último periodo del que se ofrecen datos. Se trata de un incremento del 8,2% respecto al mismo mes del año anterior.
La pensión media de los toledanos se sitúa en los 1.166 euros, lo que implica una paga 95 euros más baja que la del promedio nacional.
El gasto del Estado en este capítulo roza los 5 millones diarios en la provincia. El erario costea un total de 125.823 pensiones, de las que 79.230 se corresponden con las de jubilación, casi un 63% de los subsidios que se abonan a los toleda-nos. Se conceden, además, 30.011 pensiones de viudedad, otras 11.409 de incapacidad permanen-te, 4.600 de orfandad y 573 de favor de familiares. Hay 118.720 toledanos beneficiarios de estos planes públicos; de ellos, hasta 7.084 son pluripensionistas, es decir, cobran más de una nómina al mismo tiempo.
Respecto a noviembre de 2014, se observan aumentos cuantiosos tanto en el número de pensiones pagadas por la Seguridad Social como en el prestación media que reciben los toledanos. Hace diez años, se abonaban 109.328 pensiones con una cuantía promedio de 810 euros. Expresado en términos relativos, el número de subsidios se ha incrementado un 15,1% en la provincia; la prestación, por su par-te, se ha disparado un 44% en este periodo.
La mayor parte de los ingresos de los pensionistas toledanos es inferior al salario mínimo interprofesional (en 2024, 15.876 euros anuales distribuidos en 14 pagas de 1.134 euros). El 60,9% de las casi 126.000 pensiones que el Estado sufraga en la provincia disfrutan de una renta inferior a la remuneración más baja de cualquier trabajador contratado a tiempo completo.
El 36,1% de las pagas se encuentran en la franja situada entre el SMI y la pensión máxima (de 3.175,04 euros mensuales). En la pensión máxima o algo por encima se sitúan el 2,9% de las pagas repartidas en Toledo.
La distribución por tramos confirma la peor situación comparativa de las mujeres, un colectivo que tiende a acumular menos años de cotización durante la vida laboral.
El 72,8% de las pensiones percibidas por toledanas es inferior al SMI, un porcentaje que en el caso de los varones cae hasta el 51,8%. En el estrato superior, un 3,7% de esas pensiones altas recaen en varones y apenas un 1,9% en mujeres.
La pensión media en la provincia supera los registros de las también castellanomanchegas Albacete (1.139 euros mensuales) y Cuenca (1.078 euros) y queda por debajo de los de Ciudad Real (1.176 euros) o Guadalajara (1.338 euros).
En el conjunto de España, las tres provincias vascas lideran las clasificación de pensiones medias más elevadas. Álava alcanza los 1.583 euros mensuales, Vizcaya registra 1.571 euros por paga y la nómina de Guipúzcoa llega a 1.530 euros. Madrid, con 1.466 euros, y Navarra, con 1.446 euros, se sitúan como cuarto y quinto territorio más afortunado en este indicador.
El vagón de cola lo integran las provincias de Orense (934 euros al mes), Lugo (981 euros), Almería (1.034 euros), Jaén (1.044 euros) y Cáceres (1.051 euros).
Generación Baby Boom. La evolución de las pensiones en los últimos años confirma tanto el importe creciente de la mensualidad media como el mayor número de beneficiarios que cada mes reciben una de estas pagas públicas (una tendencia sólo interrumpido durante la pandemia por la elevada mortalidad en las cohortes más longevas).
En octubre, último mes del que la Seguridad Social ofrece datos completos, 830 toledanos comenzaron a cobrar una pensión, al tiempo que 482 dejaron de percibirla. La inclusión de las personas nacidas en la década de los sesenta entre los jubilados augura nuevos aumentos en ambos indicadores; por una parte, se trata de la cohorte de generaciones más numerosa, por otra, la pensión media de los nuevas altas alcanzó los 1.206 euros en el décimo mes del año, 40 euros por encima de la nómina promedio.