Cazalegas: Soto; Álex Martín, Gustavo Berraco, Iván, Álvaro Gil; Rubén Rivera (Borja Llarena, min. 69), Alonso (Barrientos, min. 63), Meneses (Crespo, min. 84), Diego Prado (Godoy, min. 63); Diego Sánchez (Tesoro, min. 84) y Migallón.
Quintanar del Rey: Company; Fer Navarro, Rubén Sánchez, Brunet, Carlos González; Chabo, Samper (Urbina, min. 90), Aitor (Betancourt, min. 85), Kike Fabra (Álex Malón, min. 76); Llario (Miguel Moreno, min. 76) y Winstanley.
Árbitro: Blasco Gil (Comité murciano). Expulsó con tarjeta roja directa al local Álex Martín (min. 93) y con doble amarilla al visitante sustituido Kike Fabra (min. 93). Amarilla al visitante Winstanley y a los locales Alonso, Álvaro Gil, Gustavo Berraco, Iván y Meneses.
Goles: 1-0 Rubén Rivera (min. 8). 1-1 Llario, de penalti (min. 18). 1-2 Chabo (min. 69).
Campo: Ciudad Deportiva Ébora Formación. 750 espectadores.
La heroica temporada del debutante Cazalegas acabó antes de lo esperado al perder por segunda vez contra el quinto clasificado, el Quintanar del Rey, en las semifinales de la promoción interna por el ascenso a Segunda Federación (1-2). De poco valió el madrugador tanto inicial de Rubén Rivera, puesto que un polémico penalti en contra puso cuesta arriba el encuentro y la eliminatoria a modo de remontada adversa.
El primer susto del encuentro lo padeció el Cazalegas, ya que, a los cuatro minutos, Chabo realizó un centro desde la derecha, Llario hizo una dejada de cabeza y Winstanley remató a las manos de Soto. La réplica significó el único tanto del Cazalegas en toda la eliminatoria. Álvaro Gil progresó por la izquierda y puso un centro lateral que Rubén Rivera llevó a la red con un remate por alto imparable para Company.
Sin embargo, las esperanzas del Cazalegas de igualar la eliminatoria se vinieron abajo recién cumplido el primer cuarto de hora, cuando el colegiado murciano Blasco Gil castigó con penalti una entrada de Gustavo Berraco a Brunet en un duelo por alto entre ambos defensas centrales tras el saque de una falta lejana. El zaguero local soltó el brazo, pero pareció exagerada la determinación arbitral, de ahí las protestas de jugadores y aficionados del Cazalegas. A Llario no le tembló el pulso en el lanzamiento desde los 11 metros y batió por bajo a Soto al paso por el minuto 18.
El Cazalegas volvió a verse dos goles por debajo en la eliminatoria de semifinales, pero desplegó igualmente su habitual fútbol de combinaciones que derivaron en centros laterales que tantos éxitos le proporcionaron a lo largo de la temporada de su estreno en Tercera División. Por su parte, el Quintanar contemporizó y se defendió con orden. Superada por poco la media hora de juego, se produjo una jugada muy dudosa y que encendió, de nuevo, los ánimos de los aficionados locales. Fue como consecuencia del enésimo centro a Rubén Rivera, que llevó el balón a la mano del lateral izquierdo Carlos González dentro del área, pero el polémico colegiado murciano no consideró esa acción merecedora de penalti y volvió a ganarse la reprobación de la parroquia local.
En la recta final del primer tiempo, Meneses y Diego Sánchez rozaron el gol aunque sus remates no tuvieron la definición anhelada. No hubo sustituciones al paso por los vestuarios de la Ciudad Deportiva Ébora Formación. El entrenador del Cazalegas, Rubén Pulido, mostró plena confianza en sus jugadores. Eso sí, las primeras permutas del encuentro correspondieron al Cazalegas superada la hora de juego: Barrientos y Godoy por el amonestado Alonso y Diego Prado.
Poco después, en el minuto 65, Migallón realizó una gran jugada individual con la que dejó atrás a tres adversarios, y su remate con la pierna menos buena resultó tarea sencilla para el portero Company. La réplica del Quintanar del Rey supuso el mazazo del 1-2 definitivo. La remontada visitante se completó a raíz de un balón en largo a Chabo, que enfiló hacia la meta defendida por Soto perseguido por Gustavo Berraco e Iván, demasiado blandos, y el extremo albaceteño mandó con gran clase el balón por bajo a la red.
El Cazalegas se vio pues obligado a marcar tres goles en 20 minutos para enviar la eliminatoria a la prórroga. Las sustituciones de ambos conjuntos cortaron el ritmo de juego. Los compases finales ensuciaron la eliminatoria con el saldo de un expulsado por bando. Una tarjeta roja directa al defensa local Álex Martín derivó en un tumulto lleno de empujones entre jugadores que el colegiado cortó por lo sano señalando el final del encuentro. El más perjudicado de la tángana fue el visitante Kike Fabra, sustituido a un cuarto de hora de la conclusión, que se perderá el compromiso de ida de la final de la promoción interna al recibir la segunda tarjeta amarilla y la consiguiente expulsión. El Quintanar del Rey aguarda adversario para la final de la promoción interna de los dos próximos fines de semana, cuyo vencedor optará al ascenso.