Juan Bautista de Anza, azote de comanches

Arx Toletum
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Conforma el paradigma del soldado de frontera, territorio donde llevó a cabo misiones de exploración, colonización y pacificación, entre otras

Juan Bautista de Anza, azote de comanches

En el ámbito de la exposición temporal auspiciada por el Museo del Ejército: 'Blancos, Pardos y Morenos…', es de justicia loar la figura de soldado ejemplar: Juan Bautista de Anza.    

Juan Bautista de Anza Becerra, vino al mundo el 7 de de julio de 1735, en el presidio de Fronteras (Sonora-Nueva España). 

Desde muy joven, nuestro hombre, sintió la llamada de las armas, ingresando en 1754 en los 'Dragones de Cuera'. Durante los primeros años de su vida militar, destacó por su valor sereno y su afán por acumular experiencia y conocimientos que fueran útiles para su profesión. 

En este contexto, Juan Bautista de Anza, conforma el    paradigma del soldado de frontera, territorio donde llevó a cabo misiones de exploración, colonización y pacificación entre otras.

En 1772, Juan Bautista está al mando del presidio de Tubac, con el grado de capitán de dragones de cuera. Allí le llegan noticias sobre el avance colonizador que llevan a cabo fray Junípero Serra y el capitán Gaspar de Portola, en la denominada Alta California.

Este hecho despertó en Anza sus capacidades exploradoras y colonizadoras, las cuales le llevaron a solicitar del virrey Bucarelli autorización para abrir una ruta terrestre que uniera Sonora con la Alta California. Así, con el beneplácito del virrey, el 8 de enero de 1774, salía del presidio de Tubac, al frente de una expedición, la misma llegó a la misión de San Gabriel Arcángel en el mes de marzo. La ruta estaba abierta y Anza regresó a Tubac. 

El éxito de la misión le supuso su ascenso a teniente coronel de Caballería. Asimismo, el virrey le confió una misión colonizadora en los territorios californianos.

En octubre de 1775, al frente de una caravana compuesta por 240 personas, partía de presidio de Tubac, tres meses después, Anza alcanzó la misión de San Gabriel Arcángel, de aquí se trasladó a Monterrey, donde llegó el mes de marzo, allí distribuyó a los colonos entre el presidio y la misión del Carmelo y exploró la bahía de San Francisco. En abril de 1776, dejó Monterrey dirigiéndose a Tubac.

En agosto de 1777 el virrey lo nombró gobernador de Nuevo México.

Cuando el nuevo gobernador, acude a Santa Fe a tomar posesión de su cargo, se encuentra con una provincia amedrentada por las incursiones que los comanches llevan a cabo en las haciendas y poblados de la misma.

Con la finalidad de despejar del horizonte de Nuevo México la amenaza comanche, Anza preparó una campaña contra ellos.

Una vez conseguido su propósito, en agosto de 1779, al frente de una columna de 600 dragones de cuera y 200 indios apaches como auxiliares, ponía en marcha su plan para vencer a los comanches.

El enfrentamiento victorioso para las armas del rey, tuvo lugar el 3 de septiembre, en el mismo perdieron la vida Cuerno Verde, su hijo y cuatro jefes más, esta derrota causó gran impacto en la confederación comanche, propiciando la disposición de ésta a firmar un tratado de paz, el cual ha pasado a la historia como: 'la Paz de Anza'.

Una vez pacificada la provincia, Anza, a finales de 1786, ´cesó como gobernador y fue nombrado comandante de las tropas de Sonora y del presidio de San Gabriel del Tucson. Dicho cargo no llegó a ejercerlo, pues el 19 de diciembre de 1788, murió de manera repentina. Sus restos descansan en una capilla de la catedral de Arizpe (Sonora – México).