El CD Illescas ya se ha quitado el cero. Tiene sus tres primeros puntos. Los logró en casa, con su gente, y con un encuentro en el que exhibió la llegada y la pegada negada en las jornadas anteriores. Superó al Tenerife B por ser más incisivo de cara a portería, y supo manejar con experiencia los momentos de turbulencias, que también los hubo.
Si buscaba Diego Caro dar con otra tecla con los cambios en el once, no lo consiguió. El público estuvo muy por encima de sus jugadores en el arranque del encuentro. El filial canario controló y llegó con bastante asiduidad ante un rival con bastante menos intensidad.
Por lo menos, hubo un poco más de tranquilidad en el minuto 9, en una falta a favor del Illescas que paró el ritmo del Tenerife. Lo peor es que no se hizo ni una caricia en el lanzamiento al área. Nadie remató ni aprovechó el rechazo.
Pero como el fútbol es imprevisible, se puso por delante el equipo sagreño por primera vez esta temporada. Marcos Martín entró por la banda derecha, y puso un balón magnífico atrás que Borona exprimió con una volea con la pierna izquierda que burló perfectamente a Aarón. Era imparable. Un golazo.
Con el 1-0, el equipo insular acrecentó su dominio. Hubo fases en las que los blancos agarraron la posesión, pero es verdad que los contrarios mantuvieron un ritmo de juego más alto. En un centro desde la izquierda, Ethyan consiguió rematar de cabeza para salvar a Germán. Pero apareció un defensor para sacarla de manera milagrosa, pegando con un despeje en el larguero. El árbitro tuvo claro que la pelota no había entrado. Eso pareció.
Poco después, el partido se paró durante más de cinco minutos por un golpe que sufrió en la cabeza Fer Romero en una falta a favor, en la que chocó con un compañero.
El CD Illescas no estaba llegando demasiado, pero, cuando lo hacía, al menos conseguía asustar a su rival. Javi Robles probó desde lejos justo antes de cumplirse la media hora, y el cancerbero tuvo que meter la punta de los dedos para mandar el balón a saque de esquina. Y ahí nació el segundo. Todo se puso más de cara todavía con el remate de cabeza de Fer Romero, con una venda en la cabeza. Parece que botó dentro, pero, por si acaso, Revuelta remató después. El colegiado se lo dio a este segundo, pero, en realidad, fue el primero, el que no sabía si iba a poder continuar.
Pero todo se complicó minutos después. Cuando el Tenerife B era capaz de acelerar, era capaz de hacer mucho daño. Alassan recortó desde el lado derecho para acomodarse la pelota a su pierna izquierda, a lo Lamine Yamal. Y se sacó un zapatazo que entró a media altura. Recortó diferencias el cuadro canario con diez minutos largos todavía por disputarse antes del descanso.
No interesaba jugar mucho más, sino descansar. El caso es que el árbitro señaló diez minutos, por todo lo perdido. Los blancos se defendieron bien, y se tomaron un respiro en el vestuario. Era completamente necesario.
Diego Caro cambió a Javi Gómez por Aníbal para la segunda parte. Las primeras aproximaciones fueron illescanas. Buscó los contragolpes en todo momento, para tomar de nuevo ventaja de dos goles. En un de ellos, Aníbal recibió y se marchó hacia Aarón. Lo salvó con un tiro cruzado con su pierna derecha que se convirtió en el 3-1.
Leandro Cabrera sacó a tres hombres nuevos al terreno de juego para lo que restaba de encuentro. Dawda puso su velocidad al servicio del equipo para asustar a Germán y a la defensa, pero la jugada acabó en córner, tras sacarla de la línea de gol.
Por el resultado, el Tenerife B tenía que empujar. En verdad, el equipo de Diego Caro sujetó ese empuje sin tener problemas. Carlos Martín y More entraron a falta de más de veinte minutos para el final, en un doble cambio. Antes había salido Júnior.
El filial se fue desdibujando con el paso de los minutos, y no sucedía nada interesante. David López entró por César Gómez, en el último cambio del Illescas. El recién entrado la tuvo en sus pies en una falta al área cabeceada primeramente por Revuelta.
El CD Illescas tuvo que jugar los últimos diez minutos con uno menos, al ver Revuelta la roja por una entrada al borde del área. Todavía tuvo que encajar algún susto el equipo toledano, pero el descuento se consumió sin variaciones en el resultado.