Carmen Tomás

LA COLUMNA

Carmen Tomás

Escritora y periodista en información económica


Cohete llamando a tierra

19/05/2024

Las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina y los mensajes de los políticos ya están en esa clave. El Gobierno exagera los logros y esconde lo que no va bien y la oposición arremete contra las políticas y la falta de empuje para mejorar la vida de los ciudadanos. Todo ello aderezado por los casos de presunta corrupción que se investigan en Las Cortes y en los juzgados. En este contexto, Pedro Sánchez es el campeón de las exageraciones. Sin duda, hay en este momento muchos casos que le acechan. Así que ha optado por poner en la picota a los jueces y a los medios de comunicación. No da ruedas de prensa para que los periodistas puedan preguntar, sino que prefiere acudir a entrevistas donde se siente cómodo o a actos donde se le jalea, se le escucha con devoción y se le aplaude.

 

Esta semana tocaba decir, al hilo de las previsiones publicadas por la Comisión Europea, que la economía española no va como una moto sino como un cohete. Lo ha dicho el presidente, pero también varios ministros, incluida la vicepresidenta y responsable de Hacienda. En realidad, la CE ha elevado la previsión del PIB para este año, aunque deja el del año que viene en un exiguo 1,9%. No se comenta que le preocupa el mercado laboral, la inversión, que aún no ha recuperado los niveles previos a la pandemia, la deuda y el déficit público. Pero, qué más da. El gobierno, para variar, se ha quedado con el dato positivo y ha obviado el resto. La realidad no debe estropearte la película que nos están contando, más si esa realidad es que España se ha alejado en estos últimos años de la renta media europea, de la convergencia que se fijó entonces para cumplir los requisitos de entrada.

 

Y si esto es grave, no lo es menos el hecho de que seamos el país de la UE con la tasa de paro más alta, que tengamos en doble que la media de la OCDE y que tripliquemos la tasa de desempleo juvenil. Además, ha aumentado la pobreza infantil, las familias con todos sus miembros en paro, los ninis, la brecha de riqueza y patrimonio entre mayores y jóvenes, que tienen escasas opciones para acceder a una vivienda y a un trabajo fijo y mejor remunerado. Mientras, la deuda pública sigue aumentando en términos absolutos, a pesar de que llevamos tres años de récord de recaudación, y la inflación sigue machacando la renta disponible de las familias para hacer frente a los gastos más elementales y si se hace algún consumo extra es a crédito, con el peligro que supone entrar en esa espiral de endeudamiento. La economía española no va como un cohete presidente. Cada año más familias y empresas lo pasan mal, ahí están sus propios datos de personas que reciben el Ingreso Mínimo Vital o los datos de quiebras, a pesar de lo cual las siguen asfixiando a impuestos y cotizaciones sociales.