Los hermanos Jorge y Sergio reconocieron ayer el delito de la coautoría de tráfico de drogas y pactaron junto con un tercer acusado, Rubén, una rebaja muy considerable de la petición inicial de la Fiscalía. El ministerio público solicitaba nueve años de prisión contra estos tres individuos por el trapicheo de cocaína en una tienda de chucherías en la avenida de Salvador Allende de Talavera, a la que la Policía Nacional de la ciudad echó el ojo, al menos, entre septiembre y noviembre de 2018. Al final, la conformidad fija una condena de un año de cárcel para cada uno de ellos.
Los otros dos acusados en esta causa iniciada hace seis años por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Talavera se llaman Jonathan e Israel. El primero pactó también con la Fiscalía una pena de dos años de cárcel porque el delito atribuido es uno continuado contra la salud pública por tráfico de drogas que causan un grave daño para la salud. Ese matiz de delito continuado agrava el castigo.
Por su parte, la Audiencia Provincial ha declarado en rebeldía a Israel, el quinto acusado, cuyo paradero se desconoce y no se personó ayer tampoco en la plaza del Ayuntamiento de Toledo.
La rebaja notable en comparación con la petición inicial de la Fiscalía encaja con la atenuante de confesión de los cuatro procesados delante del tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial. Además, le aplican la eximente incompleta de drogadicción a tenor de los resultados de los análisis del cabello de todos ellos.
Los cuatro procesados acordaron también con la Fiscalía el pago de una multa solidaria de 2.015 euros.
El pacto entre la Fiscalía y las defensas ha enjugado una sesión que se preveía larga por la citación de 24 testigos y la testifical de 11 agentes de la Policía Nacional.
Los agentes comprobaron en diferentes tandas de registros de los clientes, a su salida de la tienda de chucherías, que portaban dosis de cocaína, y en ocasiones de hachís. Precisamente, los testigos citados eran estos identificados durante esos tres meses.
Los agentes policiales registraron también en octubre la tienda de chucherías, donde localizaron 11 envoltorios de cocaína y un trozo de cannabis, así como 831 euros en efectivo.
Un mes después, la presión policial continuó con la entrada y registro de los domicilios de los hermanos Jorge y Sergio en la avenida de los Artesanos de Talavera, así como otra vez en la tienda de la avenida de Salvador Allende. La Policía Nacional halló cannabis y cocaína, una balanza de precisión y 3.000 euros en metálico.